No se debe lavar el pollo antes de cocinarlo

El pollo y otras aves de corral no se deben lavar en crudo antes de cocinarlas, es una práctica muy habitual con la que se cree que se van a eliminar bacterias de la carne, pero lo que se consigue es propagarlas. No laves el pollo antes de cocinarlo.

No lavar el pollo

A veces pecamos de limpios, llevamos la higiene a extremos cercanos a la esterilización y en ocasiones puede ser un error. Igual que (en general) no hay formación nutricional entre la población, los conocimientos que tenemos sobre seguridad alimentaria, manipulación de alimentos y hábitos de higiene en la cocina son los que nos han transmitido, los que nos dicta la lógica o los que hemos podido leer en distintos medios, todo depende del interés del individuo. Creemos que el agua lo limpia todo y que con ello evitaremos toxiinfecciones alimentarias, pero no siempre estamos en lo cierto, un claro ejemplo es que no se debe lavar el pollo antes de cocinarlo.

Más de la mitad de los cocineros domésticos lavan el pollo y otras aves de corral (pavo, pato…) antes de cocinarlas, lo pone bajo el chorro de agua del grifo, la enjuaga y después la seca, en los mejores casos con papel de cocina. Y esto a pesar de que hace ya unos años que se demostró que este procedimiento aumenta el riesgo de contaminación cruzada. Lavar el pollo no reduce las bacterias que pueda tener el alimento, sino que las propaga por la cocina a través de las salpicaduras de agua, podéis ver un breve vídeo que muestra el efecto a continuación.

Cuando lavamos un pollo entero o troceado bajo el grifo, hay gotas de agua más o menos visibles que salpican la encimera, a otros alimentos, a los cubiertos, recipientes, bayetas o trapos que tengamos cerca, contaminándolas. No sólo el agua no elimina las bacterias del pollo, sino que además estaríamos provocando la propagación de gérmenes como los de la Salmonella o la Campylobacter.

Recientemente se ha puesto en marcha una campaña titulada Don’t wash your chicken (No laves tu pollo), una iniciativa de la doctora Jennifer Quinlan y la estudiante graduada Shauna Henley de la Universidad de Drexel (Philadelphia), tras comprobar en un estudio financiado por la USDA, que la mayoría de los consumidores realizaban esta práctica. Uno de los estudios concluyó que el 90% de la población lavaba el pollo crudo.

La campaña ‘No laves el pollo’ está dirigida a todos los cocineros domésticos. Al material educativo disponible hasta el momento, han sumado más para llegar al máximo de población, podéis ver algunos vídeos en la web de la campaña (en inglés).

Los consejos de tratamiento de las aves crudas en la cocina y la manipulación que reduce al máximo el riesgo de contaminación cruzada y de toxiinfección alimentaria son:

  • No lavar la carne de ave cruda para evitar que las bacterias se dispersen por la cocina. Antes de cocinar el pollo secarlo con papel de cocina absorbente.
  • Siempre que la carne cruda entre en contacto con nuestras manos nos las tenemos que lavar, del mismo modo hay que lavar los utensilios con los que entre en contacto, tabla de cortar, platos, cuchillos, tijeras… lavarlos y secarlos bien antes de que entren en contacto con otros alimentos.
  • No colocar nunca el pollo cocinado en el plato o superficie en la que haya estado antes de cocinarlo.
  • El pollo debe conservarse en el frigorífico a unos 4º C. Si la conservación del pollo va a ser por más de dos días, conviene congelarlo en un envase hermético.
  • El pollo congelado, antes de cocinarse debe dejarse descongelar lentamente en el frigorífico, bien protegido para que no entre en contacto con otros alimentos.
  • La carne de pollo debe cocinarse a 75º C, el tiempo necesario para que pierda el color rosado.

¿Damos un repaso al Test de seguridad alimentaria en la cocina doméstica?

Gastronomía y Cia - Mar Gavilán y Javier Muniesa

Mar Gavilán y Javier Muniesa

En 2005, fundamos el primer blog gastronómico colaborativo en España, que rápidamente se convirtió en un referente en el ámbito gastronómico. En 2008, dimos un paso adelante y creamos Gastronomía & Cía de manera independiente. Para nosotros, ha sido un sueño hecho realidad combinar nuestras pasiones por la gastronomía, la creatividad y la divulgación. Ahora nuestro objetivo es inspirar, informar, deleitar y conectar con todos los entusiastas de la cocina.

11 comentarios

  • psiquo - agosto 27, 2013 - 10:25
    #1

    Siempre se aprende algo nuevo

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  • Núria Gómez Pujol - agosto 27, 2013 - 13:36
    #2

    Yo siempre lavo todas las carnes y a pesar de lo que diga el estudio, continuaré lavando el pollo, porque ponerlo a cocinar sin lavarlo no me parece nada higiénico. Lo que sí que hago siempre, tanto si manipulo pescado como carne, es llenar el fregadero con agua y lejía y lavar todos los utensilios (cuchillo, tijeras, tabla de cortar, plato, …). Después limpio la bayeta también con lejía y hago lo mismo con la encimera. Y después empiezo a cocinar la carne o pescado. Me queda por limpiar el plato o recipiente donde he guardado el producto y las pinzas para darle la vuelta. Hago lo mismo que antes, lavarlo con agua y lejía. No soy una maniática de la limpieza y los gérmenes, pero siempre me ha dado un poco de repelús la humedad o líquido que suelta tanto la carne como el pescado y sobretodo el olor, por muy frescos que sean los productos, tienen un olor característico que para mi no es agradable. Con los huevos hago lo mismo, no soporto el olor que hacen después de batirlos, incluso tengo un recipiente exclusivamente para ellos. Esta manía de los huevos es heredada de mi madre y es curioso porque somos cuatro hermanas y todas seguimos las mismas pautas cuando utilizamos huevos. ¿Será cuestión de genética?

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  • Zoquete - agosto 27, 2013 - 16:24
    #3

    Pues nada Nuria, fuerte y a la cabeza. Semos asin

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  • Carlos Galindo - agosto 28, 2013 - 13:16
    #4

    Pensé que era solo un desorden maníaco-compulsivo, y resulta que no es el único:

    Como dice Zoquete: «fuerte y a la cabeza» del pollo claro.

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  • Nora Ceccopieri - agosto 29, 2013 - 16:15
    #5

    Siempre hemos lavado el pollo como dices, lo froto con mitades de limón exprimiendolo, lo lavo muy bien y al final lavo el fregadero, la tabla, las tijeras y el cuchillo con jabón y cloro, seco todo muy bien.
    Es difícil pensar en cocinar el pollo sin lavar, tal como viene de la pollería, pero no es tan descabellado lo que publicas Velsid. Como va a cocinarse muy bien, no hay lugar a que queden bacterias.

    Saludos!

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  • yamely - agosto 30, 2013 - 14:37
    #6

    yo siempre lavo todas las carnes con un poco de vinagre o limón sin salpicar ningún utensilio.

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  • Nora Ceccopieri - septiembre 3, 2013 - 00:18
    #7

    Ayer le di un «baño de tina» a mi pollo en un tazón con agua salada y jugo de limón. Cero salpicaduras y espero que cero contaminación.

    Saludos!

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  • Rebeca Carmona - julio 16, 2014 - 00:10
    #8

    Ok. Si no lavo el pollo antes de cocinarlo, como le quito la grasa exesiva que luego le dejan en los centros comerciales o el pellejo que no me gusta.

    Y entonces el caldo después de cocinarlo ya no lo puedo utilizar para preparar mi sopa o guiso con ese caldo? Me dejan en una controversia, favor de explicar bien el procedimiento para cocinarlo. Gracias

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  • Ángel - abril 24, 2016 - 16:27
    #9

    para las personas que lavan el pollo, cuando van al restaurante ¿sabéis si el pollo está lavado o no?

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  • Yo - julio 31, 2017 - 14:25
    #10

    Sin poner en duda ningún comentario ni desconfiar de nadie….si diré que hacemos lo que nos recomiendan o interesa o se descubre cada cierto tiempo. Antes era inimaginable» no lavar las aves ahora no..antes la sardina era buena luego mala ahora buena etc (por poner un ejemplo) en las carnicerías o supermercados no tienen la higiene que nos recomiendan tener en casa…quizá Sanidad debería empezar a vigilar un poco más y así la cadena de bacterias llegaría más limpias casa en los productos comprados. Gracias

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  • Humilde consejo - noviembre 16, 2018 - 08:13
    #11

    Antes de preparar su pollo procure despejar el area del lavadero de cocina y toda la superficie del rededor. Tenga papell toalla ya cortada para estarse limpiando sus manos.
    En La Bolsa del supermercado se deja La Bolsa en que viene el pollo , se rompe con el cuchillo que va a cortar el pollo adentro de La Bolsa.
    Tire esa bolsa sucia al basurero.
    El pollo se corta sobre el lavadero, dentro de una bolsa de plástico del supermercado o en un plato de cerámica
    Dejar el plato y el cuchillo en el lavadero
    Luego se lava el pollo con sal , limón y
    Agua.

    Luego puede dejar reposar y enjuagar bien.

    Acerque la cacerola o el recipiente en el que va a cocinar el pollo con cuidado transfieralo al recipiente.
    luego que haya puesto el pollo a cocinar puede comenzar a limpiar su cuchillo, plato, lavadero, caño de chorro y la superficie de su lavadero con cloro (lejía) y jabón.
    Utilize toallas de papel desechable para estregar los utensilios contaminados y usar diferentes toallas de papel para limpiar con cloro la superficie del lavadero y los alrededores
    Terminar con jabón a modo que todo quede sin cloro y sin jabón.
    Desechar todas las toallas de papel usadas y las pocas que estuvieron expuestas.
    “Es muy importante que lave el pollo antes de cocinar ya que por lo general viene del mercado con bacterias y si además de eso si no lo cocina apropiadamente, puede entonces causar contaminación de salmonela u otras enfermedades. No escuche consejos que no hacen sentido “

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