Este es uno de tantos ejemplos que se pueden mencionar, el sector vacuno de producción de leche de Castilla y León ha experimentado una brutal reducción, pasando de los 41.000 ganaderos en el año 1987, a menos de 2.000 en el presente año. Si hablamos de tomates, podemos citar las cifras reflejadas en el post La crisis del tomate, se reduce la producción y por tanto las exportaciones, antaño las tomateras murcianas producían 40.000 toneladas de tomates, y en el año 2011 la producción alcanzaba tan sólo las 15.000 toneladas. Son muchos los alimentos cuya producción se ha reducido notablemente, poco a poco España se queda sin tejido económico agroalimentario y se pasa a depender de los alimentos de terceros países.
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) advierte que es necesario parar la sangría y para ello es necesario poner en marcha los mecanismos oportunos que permitan garantizar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, algo bastante complicado teniendo en cuenta la política europea y las fluctuaciones a la baja del precio de la leche. Recordemos que la industria láctea corta el bacalao, su posición dominante marca los precios y en ocasiones han sido inferiores a los costes de producción, a esto hay que sumar la subida del precio de los cereales, la competencia de terceros países y la competencia de los países comunitarios. Al respecto sería interesante retomar la lectura del post ¿Nos venden leche auténtica o leche concentrada?, o el de Leche francesa, competencia desleal en España.
El UCCL explica que el sector vive en una permanente situación de crisis y la causa ha sido todos los años la misma, la bajada de los precios en origen, de las producciones ganaderas, la subida del precio de la alimentación de los animales y la fijación del precio de los alimentos por debajo del coste de producción, algo que provoca que se abandone la actividad ante la imposibilidad de poder rentabilizar la explotación. En más de una ocasión hemos leído que se aconseja la modernización, la implantación de tecnologías que permitan abaratar los costes de producción, trabajar más para ser más competitivos, pero la realidad es que por muchos cambios que se realicen, al sector se le piden cada vez más esfuerzos hasta que llega un momento en el que no se puede hacer más.
Los ganaderos de Castilla y León viven una continua crisis, la pérdida de ganaderos desde el año 1987 es brutal, desde entonces se ha reducido el número en 39.043 ganaderos, pero esto no acaba aquí, de no cambiar la situación seguirá cayendo la actividad, es imposible mantenerla si el coste de producción supera a las ganancias, lógico, se traduce en pérdidas. Un ejemplo que nos proporciona la Unión de Campesinos de Castilla y León es que se ha llegado a pagar a 0’33 euros el litro de leche, siendo el coste de producción de entre 0’36 y 0’40 euros, ante estas cifras no sorprende que se abandone la actividad. El sector industrial y el Gobierno deben implicarse, trabajar con los ganaderos y buscar una fórmula que permita su supervivencia.
Otro factor que distorsiona el mercado son los intermediarios, ya en el año 2008 explicábamos en ¿Sin leche y sin carne en breve en España?, que un ganadero vendía por 1.000 euros un ternero cuya crianza había costado 9 meses, sin embargo, un intermediario podía ganar con este ternero y en sólo 8 días hasta 1.800 euros, lógico que se pudieran sentir indignados. En aquel entonces se hablaba de una huelga por parte de los productores gallegos que podría ser secundada por el resto del país, el problema se parcheó y al cabo de unos meses volvieron a sufrir la reducción de precios. Se puede decir que el sector ha tenido mucha paciencia y la sigue teniendo, pero tal y como está la situación económica, es obligado plantarse para que de una vez por todas se pueda solucionar el problema, se deben exigir precios justos para consumidores y productores.
A través de este enlace (Pdf) podéis acceder al comunicado realizado por UCCL, también encontrareis una tabla en la que se muestra la evolución de los ganaderos de vacas para producción de leche de Castilla y León según la cuota láctea asignada, desde el año 1987 hasta el año 2013. Sería interesante poder contar con tablas que mostraran la reducción de las explotaciones de otros productos agroalimentarios para tener una visión más nítida de lo que está ocurriendo, España se está quedando sin tejido económico agroalimentario y parece que no le importa a las empresas, al Gobierno y a la Unión Europea.