Con el fraude Made in Italy en los alimentos la mafia italiana mueve un volumen de negocio que alcanza los 12.000 millones de euros, Italia ha logrado posicionar su marca y ser referente en el mercado internacional, pero este éxito también le pasa factura y los fraudes alimentarios están a la orden del día. En el pequeño reportaje que hemos podido ver, nos hablan de las falsificaciones de la mozzarella elaborada con cuajada procedente de otros países, este fraude se detectó por una partida de queso que al entrar en contacto con el aire se volvía de color azul.
Nos explican que en algunas partidas de mozzarella se han detectado dioxinas, pesticidas, metales pesados o bacterias procedentes de aguas no potables, un cóctel peligroso que la mafia lanza al mercado bajo el amparo del Made in Italy, con una descriptiva en italiano o con una bandera con los colores verde, blanco y rojo para identificar el producto como italiano. Claro, que no es sólo la mozzarella, la mafia italiana transforma quesos asiáticos caducados en queso de untar, envasa tomate triturado procedente de China identificándolo como producto autóctono. Por supuesto, es obligado citar el aceite de oliva virgen extra supuestamente italiano, como ya sabemos, el aceite procede de otros países mediterráneos como España.
El libro Cibo Criminale, il nuovo business della mafia italiana, nos habla de los nuevos negocios que tienen que ver con los productos alimentarios. Su lectura muestra una investigación en profundidad del fraude y la adulteración de alimentos que realiza la organización criminal, para posteriormente distribuir los productos por todo el mundo. El libro es obra de Mara Monti y Luca Ponzi, dos prestigiosos periodistas que quieren denunciar el imparable avance de lo que denominan agromafia, crimen organizado que ha logrado incluso recibir fondos y subvenciones procedentes de la Unión Europea de forma fraudulenta.
La alimentación es para la agromafia un goloso negocio que mueve millones de euros, pero como contrapartida poco a poco se está destruyendo una marca que ha logrado consolidarse y ser referente en todo el mundo. En este libro se denuncian todo tipo de fraudes alimentarios, carne de caballo en la salsa boloñesa de la lasaña, carne congelada caducada, jamón de Parma que en realidad se elaboraba en Túnez y se etiquetaba como italiano… es un libro que hay que leer para comprender el alcance que tiene esta mafia, aunque habrá que esperar a que sea editado en español.
Lo más grave es que muchos alimentos falsificados no logran ser detectados, ya que son falsificaciones tecnológicamente muy perfectas y los controles no logran detectarlas, este es el problema del aceite de oliva. A veces los fraudes alimentarios Made in Italy salen a la luz gracias a alguna deficiencia extrema, a través de escuchas telefónicas realizadas por la Interpol y las fuerzas de seguridad italianas, etc. A pesar de que se destapan algunos fraudes, muchos otros siguen ocultos y generando miles de millones, identificarlos es complicado.
De estos temas ya hemos hablado anteriormente, lo que prueba que este tipo de fraudes se mantienen e incrementan, ponemos como ejemplo el post Tres empresas italianas estaban reutilizando productos lácteos caducados y podridos, o el post Aceite de oliva virgen extra fraudulento en Italia.
Foto | The Nestor