Como sabemos, se han realizado varios estudios que plantean que es necesario casi duplicar la producción de alimentos si se quiere alimentar al mundo en el año 2050, el reto es incrementar la producción alimentaria al menos en un 70%, algo que a la vez que reduciría el hambre, garantizaría el abastecimiento mundial. Un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) determina que no se podrá satisfacer la necesidad alimentaria en el año 2050.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores han examinado las estadísticas de producción agrícola de cuatro cultivos de importancia, maíz, trigo, arroz y soja, los datos muestran que los rendimientos en términos globales aumentan una media de entre 0’9 y 1’6% por año, por lo que de mantenerse este ritmo, el incremento de la producción se situaría entre un 38% y un 67% en el año 2050 en el mejor de los casos. Los expertos apuntan que el aumento debería situarse entre un 60% y un 110%, para los investigadores es evidente que el rendimiento no está mejorando al ritmo necesario y consideran que el mundo se enfrenta a una inminente y creciente crisis agrícola.
El estudio es detallado, se ha realizado tomando los datos de 2’5 millones de estadísticas agrícolas de todo el mundo, de un periodo comprendido entre los años 1961 y 2008, se realizó el seguimiento de los cuatro cultivos citados y en ningún caso se alcanzaba el 2’4%, tasa requerida por año para poder satisfacer la demanda alimentaria en el año 2050. Parecer ser que algunos estudios recientes muestran que en algunas regiones del mundo la productividad no se incrementa, se habla de regiones que se encuentran en los mejores países productores. Los investigadores pretenden dar a conocer cuál es la situación, cómo están cambiando las cosechas en el mundo, dónde se puede alcanzar la meta productiva y dónde se está reduciendo el rendimiento agrícola. Los autores del estudio también apuntan otros factores a tener en cuenta, el aumento de los ingresos de un país provoca el incremento de la demanda de carne y derivados animales, lo que obliga a incrementar la producción animal que depende de los suministros de cereales, otro dato es el aumento del consumo de biocombustibles, que también reduce la tierra disponible para la producción de alimentos.
Se podría hablar de mejorar la gestión de la tierra cultivable, al respecto recomendamos retomar la lectura del post que habla sobre la agricultura de precisión, donde podíamos conocer un estudio desarrollado por la American Statistical Association (Estados Unidos) y la Royal Statistical Society (Reino Unido), determinaban que este concepto agronómico podría contribuir a hacer que el modelo actual de agricultura fuera más eficiente y en consecuencia mejorara la seguridad alimentaria. Los responsables de este estudio apuntan que no sería suficiente y no ofrecería oportunidades para incrementar el rendimiento, explican que parte del déficit productivo se podría alcanzar si se ampliaran las tierras de cultivo, pero evidentemente ello conllevaría un grave costo medioambiental.
También se habla del cambio de dieta, estrategias que nos invitan a consumir menos carne y más productos vegetales, reducir el volumen de residuos alimentarios que como sabemos es enorme, recordemos el post 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura, esta es la cifra resultante de un estudio realizado por el Instituto de Biotecnología y Alimentos SIK (Suecia) de hace un par de años. Por tanto, la estrategia para poder satisfacer la demanda alimentaria en el año 2050 pasa por adoptar todas las medidas citadas, incrementar la productividad, mejorar la gestión de la tierra y los recursos, cambiar la dieta, reducir el desperdicio alimentario y aprovechar nuevas tierras siempre que no suponga un coste medioambiental.
En el estudio nos proporcionan los datos segmentados de la siguiente manera: Norte y Centroamérica, América del Sur, Europa, África y finalmente Asia y Australia. Se señala dónde se localizan los mayores incrementos productivos de alimentos y donde la tendencia de rendimiento es negativa, las fluctuaciones que sufren los alimentos sujetos al estudio y la previsión de las caídas. En las conclusiones se detalla que los tres principales países productores de arroz (China, India e Indonesia) tienen una tasa de crecimiento muy baja, el incremento se sitúa entre el 0’7 y el 1%, con una mejora del 0’4% anual. Si hablamos de trigo, los principales países productores, China, India y Estados Unidos, tienen un incremento del rendimiento de 1’7, 1,1 y 0’8% por año respectivamente. Estos son sólo algunos ejemplos a citar, el estudio realiza una proyección sobre cuál podría ser la situación en el año 2050, si no se empiezan a adoptar las medidas oportunas, no se podrá satisfacer la necesidad alimentaria mundial, podéis conocer todos los detalles a través del artículo publicado en la revista científica Plos One.