Ya estamos en temporada de cerezas, así que la inauguramos en nuestra cocina con una receta dulce, una Coca de cerezas de la que disfrutamos año tras año, sobre todo desde que nos trasladamos a una zona en la que es muy tradicional esta coca catalana. Es típica de Reus (Tarragona) y de Salzadella (Castellón), donde precisamente este fin de semana se celebrará la feria de la cereza.
La elaboración de esta coca es fácil, igual que otras recetas de coca que hemos compartido con vosotros, tanto dulces como saladas. La masa no es excesivamente dulce, por eso se espolvorea la superficie generosamente con azúcar, aunque si preferís, podéis añadir un poco más de azúcar a la masa. La Coca de cerezas (Coca amb cireres o Coc de cireres, en las localidades donde son tradicionales) sorprende siempre la primera vez que se saborea, no esperéis para disfrutar de ese momento.
Ingredientes
- 280 gramos de harina panificable
- 10 gramos de levadura de panadero
- 60 gramos de azúcar
- una pizca de sal
- 30 gramos de aceite de sabor suave (girasol o aceite de oliva virgen extra)
- 80-90 gramos de leche (según la harina puede variar)
- 1 huevo (L)
- 400 gramos de cerezas
- abundante azúcar para espolvorear.
Elaboración
Si utilizas una amasadora, elabora la masa como haces normalmente, si la haces a mano, pon la harina en un cuenco amplio en forma de volcán, disuelve la levadura en la leche tibia e incorpórala en el agujero de la harina, añade el azúcar y la pizca de sal, el aceite y el huevo batido.
Empieza a mezclar con la espátula flexible (corne o rasqueta), y cuando todos los ingredientes se hayan unido en una masa, pásala a la mesa de trabajo, amásala hasta obtener una masa elástica, fina, homogénea y algo pegajosa. Puedes espolvorear la mesa de trabajo con un poco de harina, pero sin excesos, pues la coca quedaría más seca. También puedes trabajar mejor la masa engrasándote las manos con aceite. Recuerda también la técnica de amasado de Richard Bertinet.
Haz una bola con la masa obtenida y ponla en un cuenco ligeramente enharinado y cúbrelo con un trapo (el que habitualmente utilizas para el pan, también puedes tapar con un gorro de ducha, hace tiempo que lo estamos utilizando y es muy práctico, pues se fija al bol). Deja reposar una hora aproximadamente a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, vuelca la masa a la mesa de trabajo, con esta cantidad de masa puedes hacer una coca de tamaño medio o dos más pequeñas, en cualquier caso satisfarán a 8-10 comensales.
Estira la masa de forma alargada como la mayoría de las cocas, o con forma redonda, como es tradicional hacer la Coca de cerezas. Ponla sobre papel para hornear en la bandeja del horno. Reparte en toda la superficie las cerezas (bien juntas porque después al levar se separarán) sin el rabito pero conservando el hueso, igual que se hace en el clásico Clafoutis de cerezas, así se potencia el sabor de la fruta, aunque luego hay que ir con precaución a la hora de comer la coca. Si se prefiere, se puede retirar el hueso.
Presiona las cerezas en la masa y cubre de nuevo con el trapo, deja levar hasta que doble su volumen, a temperatura ambiente y en un lugar sin corrientes de aire.
Precalienta el horno a 190º C. Antes de introducir la coca en el horno, espolvorea la superficie con azúcar generosamente (si se desea, previamente se puede pintar con huevo batido o con leche). Hornea la coca de cerezas durante 15-20 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.
Retira la coca del horno y pásala a una rejilla para que se enfríe. Después está lista para disfrutar de una coca exquisita, con el sabor de la coca de panadería tradicional y artesana catalana, pero hecha en casa.
¡Buen provecho!