El daikon, conocido como el rábano japonés, es la planta que se cultiva para el consumo de su raíz, un rábano blanco, grueso y largo que se consume tanto crudo como cocinado, es un ingrediente habitual en la cocina asiática y se ha hecho popular en otros países, introduciéndose como un ingrediente en la cocina fusión y adaptándose a todo tipo de recetas. El daikon fresco no es muy fácil de encontrar, la distribución es mucho más fácil para el sector de la hostelería, pero hay otras opciones que nos permiten disfrutar de sus cualidades, que no son pocas, hablamos del daikon seco.
El daikon seco se conoce en Japón como Sengiri Daikon o Kiriboshi Daikon, hay otras preparaciones de este rábano que prolongan su conservación, pero que quizá no mantienen tan bien su sabor natural. Nosotros lo encontramos en tiendas de dietética y/o herboristerías, y también se ha convertido en un ingrediente de fondo de despensa para nuestra cocina.
El sengiri daikon simplemente se somete al secado al sol, y se hace en los meses fríos para favorecer los resultados, de todas formas la cosecha se realiza entre los meses de diciembre y marzo. Durante la noche, las horas más frías, los rábanos se cortan en tiras muy finas para ponerlas a secar sobre esteras desde que empieza a aparecer el sol.
El astro rey actúa sobre estas raíces que con la pérdida de agua van tomando un tono beige o crema, su aroma se potencia, su sabor se suaviza y gana en dulzor. También sus propiedades nutricionales se enriquecen, aumenta la concentración de calcio, hierro, vitaminas B1 y B2… en el post del daikon ya os hablábamos de algunas de sus cualidades nutricionales y lo que favorece a distintos procesos del organismo.
Para consumir el sengiri daikon basta con ponerlo unos minutos en agua para rehidratarlo, siempre se ha recomendado que esta rehidratación sea la justa y necesaria, sin dejarlo mucho tiempo para que no pierda sabor ni nutrientes, unos diez minutos son suficientes para el nuestro (cada fabricante indica en su envase el tiempo recomendado, no todos tienen el mismo punto de secado). Claro, el agua del remojo se podrá utilizar también, aunque según que receta se elabore con el daikon seco, por ejemplo si es una sopa o un caldo, personalmente preferimos incorporarlo a él sin rehidratarlo previamente.
Además de incluir el daikon seco sopas, cremas o purés, sean de verduras, de pescado, de carne, de algas, de setas… se puede añadir a ensaladas, también en su más amplia expresión, así como utilizar en rellenos de panecillos o pasta al vapor.
El sengiri daikon se conserva bien en un recipiente hermético una vez que abres el paquete. El que compramos nosotros va en una bolsa de 100 gramos y su precio ronda los 4 euros.