Aunque estemos hablando de unos pastelitos, en esta receta os vais a encontrar con una esponjosa magdalena que apenas contiene grasas, ni aceite, ni mantequilla, sólo la que aporta el queso feta y los huevos, así que no es mucha. Estos Pastelitos de polenta y queso feta pueden ser un desayuno o merienda ideal en muchas ocasiones.
Prepararlos es muy sencillo, así que en cualquier momento que se encienda el horno para alguna elaboración, se puede aprovechar en la espera haciendo la masa y después, que el horno está caliente para disponer en el próximo desayuno de unos pastelitos para tomar con mermelada, jamón… o solos.
Ingredientes (12 uds.)
- 200 gramos de polenta o harina fina de maíz amarillo
- 180 gramos de azúcar
- 16 gramos de levadura de repostería
- 1/2 lima (su piel)
- 200 gramos de queso feta
- 3 huevos.
Elaboración
Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Pon en un bol la polenta, añade el azúcar, la levadura y la piel rallada de lima. Desmenuza el queso feta, rompiéndolo hasta hacerlo gránulos muy pequeños.
Bate los huevos hasta que espumen un poco e incorpora el queso, incorpora esto al recipiente de la harina de maíz y mezcla bien.
Reparte la masa, que resultará densa, algo más que la masa de unas magdalenas normales, en cápsulas de papel dispuestas en un molde rígido de magdalenas o muffins. Llena 3/4 partes de los moldes.
Introduce la bandeja en el horno, hornea estas magdalenas o pastelitos durante 35 minutos o hasta que veas que la superficie está algo dorada.
Retira los pastelitos del horno y deja enfriar.
Emplatado
Los pastelitos de polenta y queso feta no resultan muy dulces por el queso utilizado, así que son muy versátiles, se pueden servir con dulces o con salados. Una de las opciones ocasionales es el frosting de los cupcakes de manzana y toffee, también resultan muy ricos con mermelada de tomate casera. ¡Buen provecho!