A principios de año nos hacíamos eco de una campaña llevada a cabo por la asociación alemana Foodwatch, en la que se denunciaba la especulación alimentaria. El objetivo de la campaña era recoger firmas para respaldar el envío de un documento al presidente del Deutsche Bank, un email cuya misión era informar sobre la cantidad de personas que padecen hambre en el mundo (más de mil millones). Además, en este email se recordaba a Josef Ackermann, presidente del mencionado banco, que la subida de precios del año 2010 provocó que hasta 40 millones de personas se encontrasen inmersas en una absoluta miseria. Se acusaba en parte a las actuaciones bancarias como responsables de la creciente especulación del precio de los alimentos, el vídeo que encabeza el post nos mostraba a los banqueros haciendo alarde del arte del trile, se habían convertido en trileros que jugaban con los alimentos de la población más desfavorecida, dejándolos sin nada y lucrándose a costa de ellos. Ahora Foodwatch vuelve a la carga para intentar acabar con la especulación alimentaria, una tarea realmente complicada.
Foodwatch con otras 11 organizaciones ha publicado una carta abierta dirigida al Ministro Federal de Finazas Wolfgang Schäuble, invitándole a tomar medidas decisivas y contundentes para acabar con la especulación en los alimentos. La campaña se ha iniciado hoy y podemos comprobar que el número de firmas se incrementa por momentos. Hay que decir que este documento se pretende enviar antes de que los ministros europeos debatan en las próximas semanas sobre la regulación de los mercados financieros. Antes de proseguir con el contenido de la carta, os invitamos a leer el post Especulación en el precio de los alimentos, en su lectura podemos saber que desde hace algunos años las inversiones en productos alimentarios se han disparado de forma alarmante, pasando de 35.000 millones a 300.000 mil millones de dólares, cifras que comprenden el periodo del 2007 al 2011, este año posiblemente las cifras serán más elevadas. Aunque en este caso se hablaba del Reino Unido, esta es una tónica que se repite en otros mercados, por otro lado la especulación en los alimentos afecta a todos los países en mayor o menor medida, sean industrializados o en vías de desarrollo.
Se solicita que se regulen esas lagunas que permiten actuaciones puramente especulativas en materia alimentaria, un control más efectivo que impida los tejemanejes de la industria alimentaria, de inversores y de entidades financieras, regular las inversiones y apuestas que se realizan por el valor de los productos agrícolas tanto en la bolsa como fuera de ella. El Ministro explica que la política financiera es la política social para dar forma al futuro, nos encontramos en una época de grandes cambios que se realizan rápidamente, de tipo ambiental, económico, demográfico… la tarea de los políticos es crear un marco sostenible que garantice el crecimiento a largo plazo, que proporcione prosperidad y seguridad, por ello ha diseñado una política fiscal «sostenible» garantizando la capacidad financiera (habla de Alemania) a nivel nacional e internacional.
La crisis financiera y económica mundial demuestra la necesidad de llevar a cabo unas reformas claras y esenciales para el sector financiero, la verdad es que el Ministro trata muchos temas, pero en lo que respecta a especulación alimentaria y negocios que se llevan a cabo con los alimentos, parecen temas que se obvian, apenas los referencia. En la carta redactada por Foodwatch y las demás organizaciones podemos leer algunas cuestiones interesantes, habla de los mercados de futuros de productos básicos, que están dominados por los fondos de cobertura, bancos, fondos de inversión y compañías de seguros que apuestan de forma novedosa en estos mercados que trabajan con el precio de alimentos como el trigo, la soja o el maíz. Las consecuencias son fatales y desastrosas, existen pruebas claras de que se realizan todo tipo de especulaciones en los extremos de los mercados de valores, cambios desestabilizadores que hacen fluctuar el precio de los alimentos en niveles records, algo que perjudica a los más desfavorecidos y por tanto agrava el hambre en el mundo.
El propio ministro dijo que se trata de una locura hablando de la desregularización de los mercados financieros e incluyéndose él mismo en el problema. Argumentó en su momento que había que detener esta escalada, algo que se tratará en las próximas semanas en el Consejo Europeo. El Ministro y sus homónimos van a tratar la regulación de los mercados de productos básicos, si es eficaz para contener las fluctuaciones del precio de los alimentos y sus consecuencias derivadas.
En la carta al ministro se exige transparencia en los mercados de productos básicos, la prohibición de destinar fondos a los mercados de productos agrícolas básicos, restricciones severas en el futuro comercio de los alimentos mediante imposiciones y límites, incluido el comercio que se realiza fuera de la bolsa, controles efectivos a través de entidades supervisoras que puedan intervenir si es necesario de forma preventiva. No está de más retomar algunos ejemplos que muestran el valor de los alimentos básicos como inversiones que auguraban una gran rentabilidad, un ejemplo era el depósito financiero denominado 100% Natural que ofrecía una entidad financiera española y a la que se opusieron varias organizaciones como COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), Veterinarios sin Fronteras, o Mundubat, podeis conocer más detalles en este post.
Hay que poner fin a la especulación alimentaria, a esta iniciativa deberían sumarse organizaciones de otros países, es una de las causas por las que en nuestro planeta unos mil millones de personas de todo el mundo padecen hambre o desnutrición. Podéis conocer más detalles de la campaña a través de la página oficial de Foodwatch.
