A través de este vídeo podemos conocer la iniciativa de dos canarios que pretenden introducir en el mercado agua de niebla embotellada, para comercializarla como un producto gourmet exclusivo, del que sólo se comercializarán anualmente (por el momento) entre 40 y 60 mil litros. Hay que decir que la idea inicial no era esa, Theo Hernando y Ricardo Gil (ingeniero técnico y aparejador) pretendían con su sistema capturar la niebla y almacenar el agua resultante en depósitos que se destinarían a regar pequeños huertos o para la extinción de incendios forestales. Dado que la administración no ha proporcionado las ayudas e inversiones necesarias, los dos emprendedores han decidido volcarse en la comercialización del agua.
El agua de niebla se obtiene en Gran Canaria a una altura de 1.600 metros, el sistema está formado por unos captadores ecológicos patentados, fabricados con fibra de vidrio y con forma de prisma, estos dispositivos capturan la niebla mediante la condensación y las gotas de agua que se forman, se precipitan hacia a un decantador, posteriormente se conduce y almacena en unos depósitos especiales. El sistema tridimensional hace que sea efectivo sea cual sea la dirección del viento que empuja la niebla, en este sentido el viento juega un papel importante, ya que su velocidad condiciona que pase una mayor cantidad de metros cúbicos de niebla a través de los dispositivos y por tanto se incrementa la condensación y recogida de agua.
A través de esta página podemos saber un poco más acerca de los dispositivos y su desarrollo, ya en el 2005 se conocía un estudio realizado desde el año 2002 al año 2004, sobre la captación de agua de niebla en el sector central de la vertiente norte de Tenerife. En el estudio se ofrecen datos sobre la captación según la época del año y tramos del día, la altitud, la climatología, sus aplicaciones, así como imágenes de los primeros dispositivos, mucho más rudimentarios que los que podemos ver en el vídeo.
Así mismo, se adjuntan los correspondientes análisis químicos sobre el agua captada, concluyendo que al agua de niebla recogida es de una gran calidad pudiendo ser utilizada perfectamente para consumo humano o con otras aplicaciones como las que hemos citado inicialmente. Hay que decir que en este sistema se trabaja desde hace décadas, en Chile se instalaron unos primeros captadores en la década de los 70, no eran tridimensionales, eran planos, recogían menos agua y no estaban preparados para soportar las rachas de viento.
Ahora la administración no tiene capacidad de inversión, sin embargo, hace unos años, cuando el sistema ya estaba presentado y la situación económica no era un problema, tampoco se tuvo en cuenta la importancia del proyecto. Hay que recordar que los recursos hídricos en las islas están limitados y este tipo de iniciativas son interesantes y se deben tener en cuenta. En todo caso, se ha cambiado de rumbo y el negocio se orienta hacia el sector gourmet, el año pasado se creó la empresa Aguas de Niebla de Canarias SL, los emprendedores pretenden recuperar la inversión realizada ampliando el catálogo de denominación de aguas, de glaciares, de icebergs, de lluvia, del fondo de los mares, de niebla, etc.
El agua obtenida por condensación hubiera estado presente en el mercado antes, de no haber sido por los permisos medioambientales y sanitarios, al no ser una actividad habitual existían vacios y cuestiones legales sobre este nuevo recurso hídrico que se han debido solventar. De momento se han puesto en marcha 30 captadores con los que se recogerá el Agua de Niebla Alisios y se embotellará en botellas de plástico de 1/2 y 1 litro. Quizá utilizar el plástico reducirá el valor del agua y la percepción «gourmet» se verá igualmente reducida, ya veremos cómo la acepta el mercado. En todo caso, seguramente más de uno deseará probar el agua embotellada de niebla, cuya comercialización se iniciará a partir del mes de octubre.