La pasta de sésamo que conocemos como tahini o tahina, es muy apreciada por su sabor y por sus propiedades nutritivas, de ser un antiguo alimento consumido principalmente en la cocina de Oriente Medio, ha pasado a encontrarse en la despensa de las cocinas de muchos países, incluido el nuestro, pues como sabemos, es un ingrediente indispensable en algunas de las recetas que han traspasado fronteras para quedarse, como el hummus o puré de garbanzos.
Hablar de la miel es también mencionar un alimento muy antiguo y de un valor nutricional excepcional, pues buen, si juntamos tahini con miel obtenemos una pasta o crema para untar, que además de desbancar a muchas otras por sus cualidades nutritivas, lo puede hacer también por su sabor, esta crema se conoce como Tahinomelo.
Esta crema dulce, aromática y sabrosa parece ser que es originaria de la gastronomía griega, es habitual consumirla con panes planos, con frutos secos, con fruta fresca… aunque también puede formar parte de platos con carne o pescado, pero ya se incorporarían algunos ingredientes más. Quizá recordáis una salsa que os mostramos no hace demasiado tiempo, la Salsa de tahini con miel, otra delicia…
En muchos casos, quien se preocupa de mantener una dieta equilibrada y saludable, ha sustituido algunas cremas con más grasas y calorías como la crema de cacahuete, o algunas cremas de cacao, por el tahinomelo, que a pesar de ser un alimento muy energético, el aporte en grasas es inferior y sus propiedades nutritivas son muy elevadas.
Si os gusta la pasta de sésamo y os gusta la miel, seguramente ya estaréis deseando probar el tahinomelo, pues veréis que lo tenéis muy fácil si disponéis de estos dos ingredientes en vuestra despensa, sólo hay que mezclarlos. Para preparar la crema de tahini con miel hay que basarse en los gustos personales, es decir, se puede partir de una mezcla al 50%, entonces se prueba y se valora si se desea más dulce o menos dulce, añadiendo entonces más miel o más tahini.
Si la crema queda muy densa, se puede añadir un poquito de agua, pero todo es valorarlo también a razón de la pasta de sésamo que dispongamos, en las comerciales hay grandes diferencias entre unas y otras, tanto en sabor como en densidad. No olvidéis que también podéis hacer tahini casero.
El tahinomelo se puede conservar a temperatura ambiente durante algunas semanas, quizá en algunos casos sea necesario agitarlo antes de servirlo, como sucede con el propio tahini. Cuando lo probéis, esperamos que nos contéis qué os ha parecido, probadlo sobre una tostada integral con queso fresco, es un desayuno o merienda exquisito.