Un enjuagadedos se utiliza para limpiarse las manos, sin necesidad de levantarse de la mesa, cuando se ha comido algo que se ha manipulado con los dedos, es de uso obligado cuando se toma marisco u otros alimentos que el protocolo recomienda disfrutar sin cubiertos, como las chuletas de cordero, las alcachofas, los espárragos, los caracoles… suelen dejar grasa y olor, y es necesario eliminarlo.
Hoy en día lo que se conoce como aguamanil (entre otras definiciones, es un recipiente para lavarse las manos), rince-doigt (en francés) o finger bowl (en inglés), está prácticamente en desuso, buscando la practicidad y la higiene, se ha sustituido el pequeño cuenco lleno de agua tibia perfumada con limón o pétalos de rosa, por el uso de toallitas higiénicas, generalmente también con aroma a limón.
Tanto los recipientes tradicionales para limpiarse los dedos después de comer con las manos, como las mencionadas toallitas se conocen como enjuagadedos, limpiadedos o lavadedos. Son de uso imprescindible, no sólo en establecimientos de hostelería, también en casa. Quizá estando en familia no sea habitual, pero en caso de tener invitados y servir alimentos para comer con las manos, es necesario disponer de enjuagadedos.
Este complemento puede ponerse en la mesa desde el inicio de la comida o ser facilitado en el momento en el que sea necesario su uso, quizá es preferible la primera opción, por lo que hay que saber cuál es su posición en la mesa, el lavadedos se coloca a la izquierda del plato, y una vez utilizado, debe retirarse inmediatamente.
Mucho más agradable para los comensales es lo que se ofrece para limpiarse las manos en muchos restaurantes de cierto nivel, son toallas de rizo que están húmedas, calientes y perfumadas. Este ‘enjuagadedos‘ ha pasado a ser un servicio para el bienestar del cliente, no sólo para las ocasiones en las que se come con las manos, estas toallas se ofrecen en muchos casos una vez que concluye la comida.
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