El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg es de nuevo protagonista por querer aplicar una prohibición, en este caso de las bebidas azucaradas XL o tamaño gigante en cines, restaurantes y cualquier establecimiento en el que se sirvan bebidas. El límite se establece en medio litro y afectará a diferentes tipos de bebidas, zumos azucarados, café, refrescos, té, etc., la prohibición no afectará a las bebidas light, zumos de frutas, bebidas a base de leche o bebidas alcohólicas.
La medida no parece ser bien recibida, ya que se está tratando a los habitantes de la ciudad como a niños, el buen alcalde parece pretender ser la niñera de todos los ciudadanos, de hecho, ya le apodan ‘Nanny Bloomberg’. Para Michael Bloomberg existe una razón de peso para imponer este tipo de prohibiciones, según el Departamento de Salud de la ciudad, un 34% de los habitantes tienen sobrepeso y un 22% obesidad, índice demasiado elevado que se pretende reducir a golpe de prohibiciones, lo raro es que no haya planteado un impuesto como ya hizo en el año 2008. Algunas personas opinan e indican que si se quiere tomar más de medio litro de una bebida, es una decisión que se debe respetar y no se puede aplicar este tipo de decretazos. Parece que prohibir las bebidas azucaradas XL, podría provocar al alcalde más de un dolor de cabeza, la Asociación Americana de Bebidas, organización que representa a la industria estadounidense de este sector ya ha manifestado su oposición, también algunos ciudadanos como hemos indicado, y algunos establecimientos que ven como se pueden reducir sus ingresos.
Esta asociación (AMERIBEV) considera que se trata de una obsesión enfermiza del alcalde y del departamento de salud, por ello piden que se busquen soluciones reales que puedan reducir el sobrepeso y la obesidad, argumentando que esta propuesta es en realidad una cortina de humo, con el propósito de distraer la atención y no poner en marcha planes que necesitan una alta partida presupuestaria. La asociación declara que no se puede demonizar a este tipo de bebidas haciéndolas culpables de los índices citados, la industria ya se ha enfrentado en varias ocasiones al departamento de salud de la ciudad y parece que de nuevo van a poner en marcha una campaña contra la prohibición.
De todos modos se trata de una propuesta para prohibir las bebidas azucaradas gigantes, el alcalde necesita la aprobación de la Junta de Salud, pero al parecer la aprobación será un hecho, dado que los miembros de esta junta han sido designados por él. Además se delata la decisión dado que el presidente de la Junta de Salud apoyó al alcalde cuando dio a conocer ayer su intención de aplicar la nueva prohibición en Nueva York.
Como ya sabemos, Michael Bloomberg ha destacado por considerar la salud pública una de sus prioridades, además de intentar aplicar impuestos a las refrescos en el año 2008, podemos recordar el proyecto para prohibir la sal en los restaurantes de la ciudad, la prohibición en estos locales de utilizar aceites con alto índice de grasas trans, la obligación de ofrecer en los fast food los alimentos con una leyenda calórica, la prohibición de fumar en parques y restaurantes, y algunas medidas más. Pero tanta prohibición está creando una sensación de falta de libertad y se considera que se está atentando contra la libertad (esto quizá ya es exagerado).
Por mucho que le pese a la industria, parece que las medidas que aplica o intenta aplicar el alcalde, son un modelo a seguir por otras ciudades y secundan prohibiciones similares. El Comisionado de Salud y presidente de la Junta de Salud, asegura que a causa de las bebidas azucaradas, durante los últimos 30 años la obesidad no ha dejado de crecer y son responsables de la mitad de los casos (esto es algo que se puede cuestionar).
Si todo se desarrolla según prevé el alcalde, 16 onzas (medio litro) será el máximo permitido que se podrá servir, sin embargo, no dice nada de repetir, a quien le apetezca consumir un litro de refresco, bastará con que pida una consumición y luego otra. Por otro lado, ¿se va a impedir que en el hogar la población consuma todo lo que desee?, es una medida absurda. En cierto modo se podría dar la razón a la industria, las medidas a adoptar deben ser diferentes, una asignatura de nutrición en las escuelas, subvencionar los alimentos frescos y sanos, etc. En fin, no tardaremos mucho en conocer nuevos datos y detalles al respecto, podéis ampliar la información a través del artículo de la publicación digital Daily Mail.
3 comentarios
Si no tienen bebidas grandes compraran dos pequeñas, el problema no está ahi, si no en la educación alimentaria que reciben desde niños
Eso es lo que creemos e indicamos en el post, es una prohibición absurda.
Saludos
las personas nos dejamos manipular fácilmente. Yo vendo bebidas y si las latas vienen sueltas la gente compra 2 ó 3, pero al venderlas en paquetes la gente se lleva mas, y ya sabemos que una vez en casa se gasta todo. Si los envases son mas pequeños se consumirá menos, en mi opinión.