Según la cantidad de lechuga iceberg que vayamos a consumir y también de cómo la vamos a preparar, la cortamos de una u otra forma, a veces retirando las hojas, otras veces cortándola a cuartos… si se va a cortar entera, la labor se hace mejor si primero se retira el corazón o tronco, así se liberan las hojas a la vez que se retira esa parte dura, lo que desconocíamos es el truco para hacerlo tan rápido.
En Saveur han compartido un vídeo que podéis ver a continuación, sobre cómo cortar la lechuga iceberg, bueno, el procedimiento anterior, cómo retirar el núcleo de la lechuga en 3 segundos, una vez hecho eso ya sólo es necesario cortar, lavar, centrifugar y servir.
Para algunas personas puede ser un viejo truco, conocido y normalmente utilizado, pero seguramente muchos de vosotros habéis quedado tan sorprendidos como nosotros, igual que nos sucedió cuando vimos el vídeo sobre cómo pelar ajos sin utilizar el cuchillo o cómo partir manzanas con las manos.
El vídeo está en inglés, pero las imágenes lo dicen todo, para retirar el tronco de la lechuga iceberg basta con sujetarla con las dos manos con el núcleo en la parte inferior, a continuación dar un golpe seco sobre la mesa de trabajo, una tabla o la encimera de la cocina, el tronco se ha desprendido.
7 comentarios
Será por esa rapidez por lo que te la ponen en muchos restaurantes de menú?
No me gusta nada esta lechuga. Pero el video esta chulo. Un beso
¡Buen truco, si señor! También yo estoy de acuerdo con Helena: esta lechuga no me gusta; no sabe a nada. Prefiero las que por Castilla llamamos «de oreja de burro», deliciosas. Yo las adquiero directamente a los agricultores, en sus huertas, y merece la pena.
Este me lo apunto para probar. Este tipo de lechuga es imprescindible, por ejemplo, si hacemos una ensalada césar tradicional.
Un saludo!
No consumo mucha iceberg, pero me lo apunto….tienes q ver la cara de Judith cada vez q corto las manzanas con las manos….dice q tengo poderes!!! jajajajaj
Me entran ganas de comprar una lechuga iceberg sólo para probarlo !!
Jo, qué fácil… yo lo hacía a golpe de cuchillo, ¡pero es imposible tardar menos!
¿Funcionará también con el brécol?