Mientras preparamos el Chocolate caliente a la antigua, diferente al chocolate caliente que el año pasado por estas fechas compartimos con vosotros para que lo pudierais ofrecer con el Roscón de Reyes, queremos hablaros del batidor o molinillo de chocolate, un antiguo utensilio fabricado en madera que se utilizaba para trabajar la pasta de cacao o las porciones de chocolate utilizadas para hacer la bebida de chocolate caliente en una especie de olla o jarra denominada chocolatera.
El batidor o molinillo de chocolate se conoce también como molinete o batirol, posiblemente conozcáis el Chocolate de batirol (tsokolate de batirol), la elaboración tradicional del chocolate caliente en Filipinas que en los últimos años se está recuperando, principalmente se hablaba de una cafetería de Pampanga precisamente llamada ‘Choco-Late de Batirol’.
Se trata del método y fórmula de elaboración del chocolate caliente que preparaban los colonizadores españoles que llegaron de México a Filipinas alrededor del siglo XVIII, un chocolate cremoso, pero poco espeso y amargo. Lo preparaban obteniendo una masa de cacao cuando la semilla ya se había tostado, descascarillado y molido. Esta masa se molía hasta conseguir una pasta, añadían azúcar, canela, vainilla, almizcle… y se formaban bloques para después hacer la bebida de chocolate. Tendríamos que recurrir a la historia del chocolate para explicar cuándo empezaron a incorporarse a las especias, el azúcar…
Parece ser que las primeras chocolateras aparecieron a finales del siglo XVII, estaban realizadas en cobre estañado, resistentes al calor, con una tapa perforada para dar salida al mango del batidor o molinillo de chocolate, que se hacía rodar entre las palmas de las manos una y otra vez para batir el chocolate en el medio líquido, principalmente agua, homogeneizar la mezcla y crear espuma. Hoy en día se fabrican modernas chocolateras imitando a las tradicionales, muchas veces como elemento de decoración, pero también se conservan muchas antiguas chocolateras y seguramente en muchos hogares las guardan como una joya.
Los batidores o molinillos de chocolate se siguen comercializando en nuestro país, posiblemente los habréis visto en varias ocasiones en tiendas artesanales que trabajan la madera, quizá no conocíais su utilidad y ahora sea un utensilio que en la próxima ocasión no dejaréis escapar aunque sea para decorar. Hay batidores muy trabajados, con distintas calidades en madera y tallado.
El batidor que podéis ver en la imagen superior es bastante sencillo, pero también es muy económico, lo hemos encontrado en una tienda online de Galicia, así que si se os antoja tener un ‘batirol’ y no lo encontráis en vuestro comercio habitual, ya sabéis dónde adquirirlo por tan sólo 4 euros. Nosotros tenemos uno similar que tenemos que recuperar, lo compramos en la tienda de menaje de hogar de nuestra localidad, pero lo prestamos recientemente para una exposición, ya os lo enseñaremos cuando vuelva a nuestras manos. Lo que todavía no hemos hecho ha sido un chocolate caliente a la antigua con nuestro batidor…
6 comentarios
Qué bonito artilugio. Me encanta la de cosas que nos enseñan, este no lo conocía.
Un abrazo.
En Colombia, todavía muchas familias se desayunan con chocolate batido en chocolateras y con molinillos de madera, también se acostumbra para tomar «el algo» o «las onces», con tamales, almojábanas, queso.
En el triángulo del café, se bate en agua de panela y en Bogotá y los Santanderes en leche.
Acá se consiguen facilmente molinillos de madera o de plástico, en cualquier almacén o supermercado y en todas las casa hay por lo menos uno, chocolateras también se encuentran sin dificultad, hay unas hermosas pequeñitas para personas solas o parejas y han sacado ahora unas esmaltadas de colores vivos para los más jóvenes.
Tenemos varias marcas de chocolates amargos y dulces: luker, bogotano, sol, el chocolate viene en pastillas y se acostumbra una pastilla por taza. Los niñospequeños roban de las despensas las pastillas azucaradas.
Un refrán cuando pasa una muchacha que camina con elegancia es: «Si como lo mueve, lo bate, me tomo ese chocolate».
En Bogotá cerca a la Plaza de Bolívar, en la Puerta Falsa, venden chocolate santafereño desde hace más de 190 años.
Es bonito verdad Irmina, esperamos que también puedas encontrarlo y sumarlo a tu menaje repostero 😉
Un abrazo
Hola Rosa Helena, nos ha encantado lo que nos cuentas, que maravilla tener esas pastillas de chocolates amargos y dulces, lo que hacen los niños es normal, creo que todos en nuestra infancia hemos cogido dulces a escondidas de nuestros padres.
Muchas gracias por compartir esta información con todos los lectores, el refrán es buenísimo!!
Abrazos
Hola
Aquí en Portugal no los hay, y solo veo en la NET, los de México que me salen carísimos por el transporte.
Me puedes indicar la tienda online de Galicia.saludos. Maria
Hola! Dónde se puede comprar? Cuál esa tienda online de Galicia? gracias!