Aseguraríamos que año tras año vamos aumentando nuestro consumo de calabaza, tanto la calabaza de invierno o butternut (muy fácil de encontrar en nuestro mercado) como de otras variedades. Desde la inauguración del otoño en el mes de octubre y hasta acercarnos a la primavera, muchas de las veces que encendemos el horno, éste acoge alguna calabaza que después especiaremos, tostaremos, convertiremos en sopa, en bizcocho… Sabemos que hay muchas personas que se resisten a hacer recetas con calabaza por no enfrentarse a ella y a su dura piel, por eso queremos compartir un consejo o truco de cocina para cortar y pelar una calabaza fácilmente.
De lo que se trata es de ablandar la piel de la calabaza, por lo tanto hay que darle una precocción que deberá controlarse a razón de si queremos obtener la pulpa de la calabaza intacta, es decir, fresca, cruda, sin cocinar, o si sencillamente queremos cocer o asar la calabaza para convertirla en puré para hacer una sopa, una crema, un postre… tal vez después de asarla sólo deseemos marcarla en la parrilla y aderezarla con especias y un buen aceite de oliva virgen extra, es una auténtica delicia además de ser un plato o guarnición muy nutritivo.
Pues bien, nuestro truco de cocina para pelar o cortar una calabaza sin tener que ejercer mucha fuerza, correr ciertos riesgos con el cuchillo y obtener la pulpa de la calabaza como si de una manzana recién pelada se tratara, es horneándola unos minutos. Según el tamaño, la variedad de la calabaza y lo mencionado anteriormente, si queremos conservar la pulpa cruda o queremos cocinarla totalmente, el tiempo de horneado variará (sin olvidar que éste también varía en función del horno).
El consejo es hornear a una temperatura elevada, como a 200º C. La calabaza debe estar bien limpia y colocada en la bandeja del horno, opcionalmente se pueden practicar algunas incisiones, pero generalmente no es necesario. A veces se realizan para marcar por donde después se va a cortar o para evitar que reviente.
La calabaza que hoy hemos horneado para poder pelarla, cortarla en dados y hacer un guiso (hemos hecho estas lentejas con calabaza en lugar de boniato, además de unas setas), es la que ilustra este post, su peso aproximado era de 1 kilo y la hemos dejado en el horno a 200º C unos 20 minutos, además de ablandarse la piel, la parte más superficial de la pulpa se ha cocido un poco (después en 15 minutos en el guiso, estaba en su punto), pero pelamos la calabaza como si fuera una patata asada.
Conociendo esto, ya sabéis qué márgenes de tiempo y volumen podéis manejar. Y como os hemos explicado en muchas recetas con calabaza que os hemos mostrado, si sencillamente deseáis cocer o asar una calabaza, no os compliquéis cortando su dura piel y troceándola antes de cocinarla si no es imprescindible, no sólo resultará más fácil hornearla con piel, la cocción resulta excelente, como si fuera un papillote natural.
4 comentarios
vaya, vaya…Tenia la solución en mis mismísimas narices! Os aseguro que van a entrar muchas más calabazas en casa y no me refiero a los suspensos en Mates.
Tomo buena nota del truco, estoy más que harto de pelar calabazas y pelearme con ellas. ¡Casi siempre acaban ganando!
Muy buen truco, hoy mismo lo he puesto en práctica para hacer el rissoto de calabaza. Una calabaza de 1.3 kgs, con 20 minutos en el horno se ha pelado muy bien, y la pulpa crudita, para poder congelar la calabaza que ha sobrado. Gracias!
pues yo simplemente la pongo en el microondas un par de minutos y ya! lista para pelar!!