El chocolate es un alimento que tiene muchos consumidores fieles por el placer que proporciona al paladar y por los beneficios que aporta a la salud, siempre que se consuma de forma moderada, y poco hemos hablado de las características y cualidades del chocolate siendo, como somos, unos apasionados de éste en todos sus formatos, así que vamos a ir tratando distintos temas en torno a este alimento empezando por responder a qué temperatura conservar el chocolate.
No se le da la suficiente importancia a cómo se debe conservar el chocolate, tal y como llegan las tabletas del supermercado, se colocan en un armario o repisa de la despensa, o incluso van directamente al frigorífico, la temperatura a la que se almacenan no son las adecuadas.
Como sucede con la mayoría de alimentos, conviene que la temperatura a la que se conserve el chocolate no fluctúe, esto no debe suponer un problema a no ser que hablemos de cambios de estación y que la zona de conservación de nuestra despensa sea susceptible a dichos cambios de temperatura, puede ser que en invierno esté a 18º C y en verano llegue a los 30º C.
El chocolate debe conservarse a una temperatura de entre 15 y 18º C, por debajo de lo que se considera temperatura ambiente. Aunque el chocolate tiene un elevado contenido en grasa, su conservación es muy prolongada, si está protegido del calor y el excesivo frío, de la humedad y de los compuestos volátiles de otros alimentos que le transmitan olores, puede durar en perfecto estado varios meses.
En parte es gracias a sus grasas saturadas y a las moléculas antioxidantes, pero habría que distinguir entre los distintos tipos de chocolate a los que tenemos acceso, los más puros son los que mejor se conservan. Cuando el chocolate muestra falta de brillo y/o está blanquecino (fat bloom), puede deberse a que ha estado expuesto a la humedad, lo que provoca que la manteca de cacao se funda y cristalice quedándose en la superficie y creando lo que se conoce como floración de grasa.
Esto no significa que el chocolate se haya puesto malo, pero demuestra que ha estado expuesto a la humedad, al frío o al calor, pues también se da dicha floración en estos casos, y en algunos más, como cuando el chocolate no ha sido bien templado o si se le han incorporado grasas incompatibles con la manteca de cacao entre otras cosas. Según el caso de floración de grasa, se podría volver a obtener su color y brillo original volviéndolo a fundir y realizando un buen templado del chocolate, si además se añade un poco de mantequilla clarificada, se retrasa la nueva aparición de la floración de grasa.
Foto | The DeliciousLife
1 comentarios
Yo lo guardo a 37 y poco grados: dentro del cuerpo XDDD