Finalmente se ha aprobado el proyecto de ley del impuesto de las grasas en Dinamarca, algo que ya conocíamos desde hacía unos meses y de lo que hablábamos en el post Impuesto sobre las grasas saturadas de los alimentos en Dinamarca. Recordemos que dicho impuesto se aplica con el pretexto de aumentar la esperanza de vida de los habitantes del país en 5’5 días, pero la industria alimentaria ha argumentado en todo momento que la finalidad del impuesto era recaudar fondos.
Ya es oficial, el impuesto de la grasa en Dinamarca gravará a todos aquellos alimentos con grasa según el baremo preparado, se paga una tasa de dos euros por kilo de grasa saturada en cualquier tipo de carne, por lo que el impuesto será más elevado en las carnes que más grasa contengan, como por ejemplo la carne de cerdo. Como ya indicábamos, se podría considerar que se trata de un Impuesto del Valor Añadido de las grasas o IVA de las grasa. Se gravan todos aquellos alimentos cuyo contenido en grasa saturada exceda el 2’3%, alimentos preparados, quesos, mantequilla, pastelería, etc. Muchos se han opuesto a la medida pero no ha servido de nada.
Como curiosidad cabe destacar que se realizó un estudio en el que se concluía que gracias a este impuesto, pasados 10 años la esperanza de vida se incrementaría en 5’5 días, justificación un tanto extraña. Otros argumentos utilizados, reducir el nivel de sobrepeso y obesidad de la población, precisamente este país no es el que más obesos tiene de Europa, sólo un 10% de la población se considera con sobrepeso, mientras que en países como el Reino Unido esta tasa es del doble.
En una línea similar se puso en marcha el impuesto de las hamburguesas en Hungría, un impuesto que grava los alimentos ricos en azúcar, sal, cafeína e hidratos de carbono, del mismo modo el gobierno de este país argumentaba que su finalidad era mejorar la salud de la población a través de la dieta, y la contestación a la medida es la misma que en Dinamarca, engrosar las arcas del Estado a costa de las empresas y los consumidores. Pero parece que en Dinamarca se podrían incrementar los impuestos sobre los alimentos poco saludables, algunos científicos indican que existen otros elementos más perjudiciales para la salud coincidiendo con el impuesto de las hamburguesas de Hungría, indican que el azúcar, la sal o los hidratos de carbono son peores, les están dando ideas al gobierno danés, todo sea que terminen aplicando un impuesto similar en base a estos alimentos.
El precedente se ha sentado con Hungría y Dinamarca, ahora sólo resta esperar a que la iniciativa sea secundada por el gobierno de otros países, con la excusa de financiar el sistema sanitario, mejorar la salud del consumidor u otras cuestiones, intentarán recaudar más dinero para las arcas de cada gobierno. Con la situación que vivimos en España, sorprende que no se haya puesto en marcha un impuesto similar, pero tiempo al tiempo.
En la noticia de ABC se dan pocas novedades sobre el impuesto de las grasas en Dinamarca, por lo que os recomendamos leer el post citado al principio. Para conocer detalles más precisos sobre el impuesto, como el sistema para calcular la grasa de las carnes, etc., os recomendamos acceder a Retsinformation (podéis utilizar el traductor de Google).
Foto | Dennis. Tang