Las buenas cosechas alimentarias son sinónimo de problemas, es algo que se determina tras conocer varios casos de cosechas abundantes y de cómo a causa de ello los precios se desploman, quizá algunos agricultores crean que es mejor recolectar menos, por un lado no tienen que tirar el producto, como veíamos en el post Es más rentable tirar los plátanos que venderlos o en el que se habla de la Crisis de la patata 2011 por citar algunos ejemplos. Por otro, no tienen que sufrir los precios especulativos que se sitúan en algunos casos por debajo de los costes de producción, algo que podemos constatar en los informes mensuales del IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos) que nos proporciona el sindicato agrario COAG.
La verdad es que resulta irónico, la abundancia de un producto ahoga a los productores y soluciones como la destrucción de parte de la cosecha indigna a los consumidores, sobre todo en estos tiempos de crisis económica. Ahora podemos saber que se han batido records en la producción de aceitunas, se estima que se alcanzarán las 110.000 toneladas en la producción, algo que sitúa a nuestro país como el primer productor a nivel mundial, pero es algo que afecta a los agricultores dados los precios de cotización que se sitúan por debajo del coste de producción. Los agricultores denuncian que el aceite de oliva virgen extra se cotiza a menos de 1’78 euros/kilo, las aceitunas a 0’40 euros en el caso de la variedad manzanilla cacereña. Productos de gran calidad a precios insostenibles, por lo que parece coherente decir que las buenas cosechas de alimentos son sinónimo de problemas.
Claro, que estos problemas los comparten agricultores y consumidores, si analizamos los márgenes de los intermediarios, éstos resultan muy atractivos. Contrariamente la mayor producción y la conquista de los mercados exteriores ha facilitado una mayor exportación de los productos, pero ¿a qué precios? para el presidente de la asociación de industriales y exportadores de aceite de oliva (Asoliva), esos precios de venta en origen tan bajos son causados por las distorsiones del mercado, los precios los fijan las cadenas de distribución y a partir de ahí, en cada eslabón anterior de la cadena hasta llegar a los productores se reducen.
El aceite de oliva virgen extra se utiliza como alimento reclamo, sus precios atractivos atraen a los consumidores, recordemos como ejemplos la Ventas a pérdidas en el aceite de oliva virgen extra o Ventas a pérdidas con las naranjas, para que veamos que no es un problema exclusivo del aceite de oliva, podríamos citar otros ejemplos con diferentes alimentos, pero en este caso hablaremos sólo del aceite de oliva virgen extra y de las olivas. El presidente de Asoliva cita este motivo distorsionador, pero existen algunos más como la competencia de terceros países cuyo coste de producción del producto es muy inferior al coste español, los salarios son más económicos, menos impuestos y además subvenciones de la UE o permisos especiales de exportación en los que se suprimen los aranceles, no nos extraña por tanto que se haya reivindicado un ‘no’ al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos.
Para Antonio Prieto, director de Ganadería y Olivar de la Unión de Agricultores de Extremadura, existe una falta de financiación y un retraso importante en el pago a los productores, algo que obliga a vender el producto al precio que imponen las cadenas de distribución para poder contar con liquidez y hacer frente a los gastos. Ante esta situación, una opción es almacenar el aceite, por ello la Unión Europea acaba de autorizar que se almacenen 100.000 toneladas de aceite de oliva durante seis meses para reducir el excedente y hacer frente a los bajos precios. Las ayudas de almacenamiento del aceite de oliva son una solución temporal que puede ayudar a los productores españoles, pero que en nuestra opinión también ayuda a productores de terceros países indirectamente. Se espera que el almacenamiento provoque un repunte en el precio del aceite de oliva, la Ministra Rosa Aguilar declara que utilizar el aceite de oliva como producto reclamo hace mucho daño a todo el sector, entonces ¿por qué no poner en marcha una legislación que regule la actuación de los intermediarios y las compañías de distribución?
Con respecto a la aceituna de mesa, el exceso de producción es una lacra indeseable, además de tener que soportar un precio de venta en origen invariable durante varios años, hay que soportar también su descenso, los costes de producción son superiores a los rendimientos económicos, no es extraño por tanto, que igual que ha ocurrido en varias ocasiones con las naranjas, se prefiera no recoger las aceitunas o que se deriven a la producción de aceite, solución que no ven con buenos ojos los productores, dado que se agrava el problema con el aceite de oliva. De momento el parche se ha puesto, un almacenamiento de aceite durante seis meses, aunque apenas hace unos días la Unión Europea indicaba que los precios no justificaban el almacenamiento.
En BBC hablan de este tema y hacen especial hincapié en el aceite de oliva, pero ¿cuáles son las soluciones para la aceituna de mesa?, hay mucho que hablar al respecto.
Foto | Morrissey
1 comentarios
Desde que las grandes superficies «descubrieron» que el aceite y la leche son los artículos cuya falta hace a una familia ir de compras de alimentos, estos han sido objeto de grandes presiones a la baja en su precio con grandes ofertas y promociones.
El almacenamiento es solo un alivio momentaneo para los productores.