En el año 2008 se experimentó un record en lo que respecta al cultivo de alimentos transgénicos en nuestro país, pero la situación cambió y empezó una reducción del volumen de alimentos transgénicos cultivados, se pasó de casi 80.000 hectáreas en el 2008 a 76.057 hectáreas en el 2009 y 67.726 hectáreas en el 2010, de ello hablábamos en el post El cultivo de maíz transgénico en España se reduce. Parecía que la tendencia a la reducción se mantendría pero no ha sido así, hoy podemos saber que aumenta la superficie de cultivo transgénico en España en 2011 de forma espectacular superando el record alcanzado en el año 2008.
Según los datos proporcionados por el MARM (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino), este año se han cultivado 97.326 hectáreas, es decir, un incremento de 29.600 hectáreas (+27%) con respecto al año pasado. Hay que decir que se trata de una estimación, pero parece ser que bastante precisa, en todo caso el año que viene contaremos con los datos definitivos.
Más abajo podéis ver una tabla (PDF) facilitada por la web del MARM que nos muestra las comunidades y la cantidad total de superficie cultivada de maíz Mon 810. Destacan en mayor volumen de superficie de cultivo transgénico la provincias de Aragón, Catalunya, Extremadura, Navarra, Castilla la Mancha y Extremadura. En algunas comunidades la siembra es prácticamente testimonial, como por ejemplo La Rioja con 20’59 hectáreas, las Islas Baleares con 51’47 hectáreas, o Soria (Castilla y León) con sólo 5’88 hectáreas cultivadas. En otras el incremento ha sido muy significativo, colocábamos en la cabeza a Aragón, se ha pasado de cultivar 28.652 hectáreas a 41.368 ha. Cataluña ha incrementado la superficie de cultivo en 1.374 hectáreas, pero lo mejor es que realicéis la comparativa entre esta gráfica y los datos que os facilitamos en el post El cultivo de maíz transgénico en España se reduce.
Evidentemente para las empresas biotecnológicas es un buen resultado, pero no lo es para quienes luchan por erradicar los cultivos transgénicos en España. Hay quien se hace eco de estos resultados aludiendo a las cualidades de las semillas transgénicas, dicen que son más sostenibles, con ellas se reduce el consumo de recursos, superficie de cultivo, energía, se necesita menos agua, menos trabajo, y el resultado es un incremento significativo de la producción. El supuesto rendimiento económico no deja ver todo lo que detrás se puede ocultar (el árbol frente a los agricultores no deja ver el bosque). Será interesante recordar que el maíz no aporta ningún beneficio para los consumidores, algo fundamental para que este alimento se acepte de buen grado, al respecto será interesante recordar el post ¿Cómo aceptar los alimentos transgénicos?. Por otro lado, también es interesante retomar la lectura del post Los consumidores pagarían por alimentos modificados genéticamente.
(pulsa dos veces sobre la imágen para ampliar)
Como ya hemos repetido en algunas ocasiones, el supuesto incremento de la productividad es algo que se puede cuestionar, por un lado tenemos un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Kansas en el que se analizó la productividad estadounidense de cereales durante los últimos tres años, realizando una comparativa entre los productos tradicionales y los transgénicos, determinaron que los alimentos transgénicos podían ser incluso un 10% menos productivos que los tradicionales, de ello hablábamos en el post Los alimentos transgénicos no son tan productivos (año 2008), si buscamos una referencia más próxima hay que citar entonces las palabras de Pere Arús, investigador agroalimentario del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria). El experto decía que en campos donde no existe taladro (plaga del maíz), no eran más productivos, en cambio en condiciones de plaga la productividad se incrementaba en sólo un 15%, de ello hablábamos en el post Ventajas e inconvenientes de los alimentos transgénicos (III).
A todo esto, hay que lanzar una advertencia a los agricultores, recordemos que los insectos han desarrollado resistencia al maíz transgénico y se lo comen impunemente en cuatro plantaciones del estado Iowa (Estados Unidos), esto es algo que puede ocurrir en nuestro país, recordemos que todo ser vivo lucha por su supervivencia y lo que intenta matar el maíz insecticida se hace más fuerte siendo infructuosos los esfuerzos para mejorar la rentabilidad. En consecuencia, no será extraño que en un corto plazo de tiempo y si se introduce en Europa, empiecen a plantarse nuevas variedades como el maíz transgénico SmartStax, maíz que contiene hasta ocho genes diferentes, será un nuevo reto que terminará haciendo aún más fuertes a los insectos al cabo de unos años.
En la web de la Fundación Antama se hacen eco de los buenos resultados, algo lógico teniendo en cuenta que apoyan la biotecnología, pero obvian algo muy importante, la falta de estudios a largo plazo y los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar los transgénicos, de momento ya conocemos uno, la nueva resistencia generada por los insectos.
Hay mucho que hablar, personalmente creemos que el mayor volumen de cultivo guarda relación con la crisis económica, aumenta el cultivo de maíz transgénico en España en 2011 con la creencia de que se trata de una alternativa para producir más y salir de la crisis.
1 comentarios
Estupendo blog y enhorabuena por vuestra clasificación preliminar en los premios Bitácoras. Seguiremos de cerca vuestro blog, os deseamos mucha suerte. Un saludo.