Más del 70% de los alimentos que se comercializan en las tiendas de alimentación estadounidenses contienen ingredientes transgénicos, y no sólo no se indica en el etiquetado, sino que además se pueden encontrar alimentos transgénicos etiquetados como alimentos naturales. Se pueden citar algunos ejemplos como la marca de aceites vegetales Wesson que comercializa ConAgra Foods, una compañía estadounidense de alimentos envasados y preparados.
Como se puede ver en la fotografía, en la etiqueta aparece la leyenda aceite de maíz 100% natural, sin embargo, parece ser que el aceite está elaborado a partir de maíz transgénico, esta es una de las razones por las que se ha presentado una demanda colectiva en el estado de California contra ConAgra Foods, demanda que si prospera y llega a buen puerto, podría obligar a realizar una reforma en el etiquetado de los alimentos a nivel nacional. Es mucho descaro etiquetar alimentos transgénicos como alimentos naturales, curiosamente el 90% de los estadounidenses quieren que las compañías informen si los productos que comercializan tienen contenido transgénico, algo que no realizan y cuyo argumento puede basarse en la equivalencia sustancial, un alimento modificado genéticamente es seguro cuando es significativamente equivalente en composición y características nutricionales a un alimento tradicional.
Algunas empresas saben que muchos consumidores se preocupan por su alimentación y por el respeto medio ambiental, es decir, que lo que comen se haya obtenido de forma sostenible, por ello aprovechan la oportunidad y no dudan en ofrecer sus productos con adornos como “natural 100%”, colores como un verde radiante y un amanecer que inspiran naturalidad y todo tipo de artimañas de marketing, con el propósito de poder incrementar la venta de sus productos. Resulta un grave problema que la FDA (Food and Drug Administration) no haya definido el término natural y la razón ya la hemos mencionado, la equivalencia de los alimentos. Por otro lado, el término natural se aplica a diferentes tipos de alimentos como el fast food o los snacks, no tiene mucho sentido tal y como se explica en la publicación digital Grist.
Hasta la fecha se han presentado varias demandas denunciando la publicidad engañosa, productos que utilizan el término “natural”, pero parece que no han prosperado, sin embargo esta nueva demanda colectiva podría tener éxito donde otras han fracasado. Monsanto, la compañía biotecnológica, define que ‘los alimentos transgénicos se han obtenido de plantas o animales a los que se les ha alterado su composición genética para que incluyeran rasgos que de forma natural no tendrían’, en la demanda se cita esta definición y otra de la Organización Mundial de la Salud, ‘los organismos transgénicos contienen material genético que la naturaleza no hubiera producido de forma natural’.
Volviendo al tema de los aceites vegetales Wesson, sea aceite de colza, de maíz, etc., se han elaborado con alimentos transgénicos, además del etiquetado erróneo o fraudulento, se incluyen mensajes sobre propiedades saludables no constatadas o inexistentes, es algo similar a lo que ocurría en Europa con las etiquetas de productos funcionales con mensajes engañosos, mensajes que confunden a los consumidores como la descriptiva Bio.
Los estadounidenses piden que se ofrezca información clara y fiable en las etiquetas alimentarias y que puedan decidir si quieren o no adquirir un determinado alimento en base a su composición. La demanda interpuesta a ConAgra Foods describe el nivel de fraude realizado al consumidor con el etiquetado, pero esto es sólo una pequeña muestra, como decíamos al principio, son muchos los alimentos procesados que contienen alimentos modificados genéticamente y que se comercializan con total libertad, ahora es cuestión de identificar aquellos que portan en la etiqueta la leyenda 100% natural y que si lo son, de los que no lo son, seguramente el segundo grupo es el mayoritario. Basta con saber que el 85% del maíz y el 91% de la soja que se produce en Estados Unidos se obtienen de cultivos transgénicos y son ingredientes comunes y habituales en los alimentos procesados.
Como curiosidad, decir que a través de este enlace, los consumidores estadounidenses pueden sumarse a la demanda colectiva. Como precedente es interesante recordar que en California se aprobó no hace mucho un proyecto de ley para que en el caso de que se aprobase la producción y comercialización del salmón transgénico, éste fuera etiquetado obligatoriamente para que los consumidores pudieran saber qué tipo de salmón están adquiriendo. Estaremos pendientes del avance y resolución del tema.