Las diferencias entre el precio en origen y destino de algunos alimentos en nuestro país se pueden calificar de especulativas, pero no es algo exclusivo de España. En países como Francia los productores también sufren las acciones de las cadenas de distribución, en origen se pagan precios ridículos y los consumidores deben pagar precios escandalosos. Si se ofreciera un IPOD del mercado francés, quizá comprobaríamos que los agricultores de ese país tienen los mismos problemas que los agricultores españoles. En el caso del melón, las cadenas de distribución se abocan a la guerra de melones entre Francia y España, esto es deducible tras las acciones que se han emprendido en el país galo.
Al parecer, los productores franceses de melón dispusieron cerca de una gran superficie, un punto de venta en el que ofrecían dos melones por 1 euro, es decir, a 0’50 céntimos la pieza. Se trataba de una protesta por los precios especulativos de las cadenas de distribución que venden los melones a precios que varían entre los 2’5 y los 4 euros/kilo. Los productores franceses se quejan de que sólo reciben 0’50 euros por kilo, por lo que la diferencia de origen-destino llega a ser de 7 veces el valor inicial del producto. Entra en terreno de juego el melón español, se importan desde Francia miles de kilos de melones españoles, como sabemos, las dos variedades de producción más importantes son el melón piel de sapo y el melón amarillo, los productores españoles tienen verdaderos problemas para vender las producciones y lo hacen a precios muy inferiores.
Los intermediarios franceses aprovechan la situación y más, tras lo ocurrido con la crisis del pepino, ajustan los precios de una manera escandalosa, los productores franceses se quejan del precio al que deben vender sus melones, pero este es significativamente superior al que se paga a los productores españoles. La exportación de melones españoles a Francia ha llegado a cotas nunca vistas, hay saturación de mercado si tenemos en cuenta que también se importan melones de otros países, pero los precios de venta al consumidor son elevados.
Agraviados los productores de ambos países, parece que las cadenas de distribución invitan a ambas partes a una guerra de melones (entre Francia y España), no será extraño que se produzcan altercados, pero la culpa no es de los productores, son los intermediarios los responsables de esta situación y esto no ocurre sólo con los melones. Los productores franceses no se oponen a las importaciones pero solicitan un poco más de ética y racionalidad, lo mismo que solicitan los productores españoles.
Lo que ocurre en Francia, ocurre en España, basta consultar los datos del IPOD para darse cuenta de ello, las diferencias en origen-destino en el mercado interno español son especulativas y los productos que más acusan el problema son losalimentos de temporada. El denominador común son los intermediarios, parecen ser responsables directos de las crisis de precios que sufren los productores, y responsables de que los consumidores deban pagar precios especulativos.
Por otro lado, si se rebaja el precio en origen, en ocasiones se rebaja el precio en destino, pero los márgenes de beneficios habitualmente se mantienen. Al final parece que la única solución es vender directamente del campo al consumidor, ambas partes se benefician y pueden dejar al margen a los intermediarios. Sería interesante acometer acciones de este tipo a gran escala en todos aquellos países donde el mercado está en manos de las cadenas de distribución, quizá entonces se adoptaría una política de precios más razonable y coherente para productores y consumidores. La noticia que hemos conocido a través de Agrodigital parece ser sólo una punta de lanza, seguro que conoceremos nuevas noticias de los melones.
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Foto | Keithloaf1961