De pollo, de ternera, de merluza… carnes y pescados pueden elaborarse de forma que sean goujonnettes, un término que puede ser desconocido para muchos, pero seguramente es una elaboración que muchas veces se ha consumido, no se resiste nadie ante unas goujonnettes de pollo, y es una preparación ideal para hacer con pescado, sobre todo para los niños o para quienes no son muy amigos de la proteína marina.
Los goujonnettes se definen de forma muy sencilla, son tiras de carne o pescado que generalmente se terminan rebozando y friendo en aceite, obteniendo así un exquisito bocado jugoso y crujiente.
A continuación podéis ver un vídeo de L’Atelier des chefs en el que nos muestran cómo practicar el corte en un pescado o carne para conseguir las tiras largas de producto que después pasarán a ser rebozadas. Hay varias opciones para conseguir una corteza sabrosa y crujiente que envuelva la proteína, principalmente se utiliza harina, huevo y pan rallado, pudiéndose utilizar en distintos grados de grosor (pues con ello se consigue un bocado más o menos crujiente).
El goujonnette definía principalmente a las tiras de pescado empanado, pero se ha ampliado esta mención también a distintos tipos de carne. Las tiras de carne o pescado para empanar suelen cortarse con un grosor de 1 o 1’5 centímetros y tener una longitud de unos 10 centímetros, o como un dedo de largo suele decirse, por lo que podéis imaginar que podemos encontrar goujonnettes de distintos tamaños.
El resultado es una proteína animal frita, tersa y crujiente, fácil de comer con las manos, muchas veces se sirve como aperitivo y en muchas ocasiones los habréis encontrado en los establecimientos de comida rápida o fast food. Ricos están ¿verdad?
Foto | Avlxyz