En cierta ocasión os hablamos de la jalea de pimientos asados, es decir, del jugo que los pimientos morrones dejan en la bandeja cuando los asamos en el horno, y que podemos aprovechar para dar sabor a ensaladas, vinagretas, quesos, etc. Si a esto sumamos nuestra afición por hacer sales aromatizadas, podéis deducir que hemos preparado una Sal de pimiento asado para aderezar nuestros platos.
Podéis dar un repaso a la lista de Sal aromatizada para ver que podemos hacer sales caseras, muy sencillas y económicas, que aporten distintos matices a nuestros platos, ya no sólo de sabor, generalmente también aportan un toque de color que hace más atractivas las presentaciones. Pues bien, la sal de pimiento asado no es que tenga un color muy llamativo, pero cambia, tanto en aspecto como en el sabor que esta sal aportará al alimento que aderecemos con ella.
Os aseguramos que hacer sal de pimiento es muy fácil, sólo tenéis que preocuparos de recoger el jarabe que desprenden los pimientos asados y elegir la sal que queréis aromatizar. En este caso hemos escogido la Flor de sal del Delta, pero también podéis utilizar la sal Maldon (nos gusta más) e incluso una sal fina.
Para hacer la sal de pimiento asado hay que impregnar la sal, la cantidad que deseemos, con el jugo de los pimientos, conviene extender la sal en un plato o bandeja e ir dejando caer gotas de jugo y mezclando para que la vaya absorbiendo, no hay que encharcar la sal.
Posteriormente, y tras extender bien la sal en el plato, la dejamos secar en un lugar que desprenda algo de calor, como ejemplo podemos mencionar el radiador. Recuerda moverla de vez en cuando. Una vez que la sal vuelve a su estado seco, aunque con un poco de color, volvemos a repetir el proceso para intensificar el sabor del jugo del pimiento, y de nuevo dejamos secar.
La sal de pimiento asado estará lista para su uso, consérvala en un recipiente y donde no haya humedad. Pruébala sobre un trocito de queso fresco, por ejemplo, y si crees conveniente dale otro ‘baño’ de jalea de pimiento asado. Sobre el tiempo que puede tardar en secarse, depende de la cantidad de sal que hayas preparado, la cantidad de jugo que le hayas añadido y el calor que reciba. Siempre se puede acelerar el proceso si utilizas el horno a baja temperatura para secar la sal. Pruébalo y nos cuentas.