Normalmente compramos las almejas frescas para consumir de inmediato, pero de cara a las próximas fechas navideñas, en las que en la mayoría de hogares se preparan estos bivalvos para servirlos en los aperitivos, como parte de zarzuelas de pescado u otras suculentas recetas, será interesante conocer un truco de cocina para conservar almejas frescas, éste nos lo proporcionó Laureano Oubiño en su ponencia Mariscos y Pescados de Galicia.
Este profesional del cultivo de todo tipo de frutos del mar, nos cuenta que con este truco de cocina para conservar almejas frescas, podemos mantenerlas vivas hasta tres días, y es algo tan sencillo como lo que os contamos a continuación.
Únicamente necesitamos un paño o trapo de cocina, las almejas pueden estar sueltas o en su malla, que permite la transpiración. El paño debemos humedecerlo y poner los moluscos en el centro. Cerramos las cuatro puntas del paño haciendo un nudo y lo colocamos sobre un plato.
Las almejas deben permanecer en el frigorífico hasta el momento de prepararlas para su consumo. El experto añadió que las almejas que se comercializan no deben contener arena, pues éstas, una vez que son capturadas pasan 24-48 horas de limpieza en sus instalaciones, en un baño de agua de mar a la que añaden una pequeña proporción de cloro para limpiar y depurar.
Aprovechamos para recordaros que para abrir las almejas sin dañarlas hay que introducir la hoja del cuchillo por un lateral, después por el otro lateral y arrastrarla suavemente por el centro extrayendo la hoja para que sólo sea la punta del cuchillo la que ayude a separar las dos valvas sin tocar la almeja. Si el cuerpo de la almeja llena las valvas es muestra de calidad, y que ricas estaban las almejas frescas y crudas de Laureano, ¿las habéis probado sin cocinar?
Si tenéis otros trucos de cocina relacionados con la conservación de las almejas, no dudéis en compartirlos con nosotros a través de los comentarios.
3 comentarios
Yo he comido almejas crudas solo con limón desde muy pequeña ( 8 – 10 años) porque a mi padre le encantan y a mí me aficcionó a ellas. Las he comido muchísimas veces. Sin embargo nos ha pasado algo muy curioso a los dos. Desde hace unos seis u ocho años (yo ahora tengo 48 y mi padre 74) no las toleramos ninguno de los dos. Nos sientan fatal. La primera vez que nos pasó creimos que pudo ser que no estuvieran buenas y frescas, pero después de unas cuantas veces de ponernos faltal, hemos llegado a la conclusión que por lo que sea nuestro organismo las rechaza. Una pena. Ahora me conformo con comerlas a la plancha ó a la marinera.
Añadiria al truco de conservación que el paño debe de ser anudado con fuerza para que no se abran las almejas
Un saludo
Ese mismo truco lo empleamos en casa para conservar los mejillones si no los hacemos en el mismo día de su compra.