Los Pétalos de tomate se pueden considerar una guarnición o decoración para un plato en el que además de dar color, aporta los beneficios nutritivos de este alimento y las cualidades organolépticas de su elaboración. Para hacer los Pétalos de tomate utilizamos el método de cocción del confitado, y podemos darle múltiples matices según las hierbas aromáticas o ingredientes que utilicemos.
La receta de pétalos de tomate que os mostramos hoy es la básica, aromatizamos con un poco de tomillo y pimienta negra. Otras opciones que os podemos poner como ejemplos son añadir al confitado un diente de ajo rallado, romero, hierbas provenzales, sal ahumada, chalota, azúcar moreno, un jarabe o almíbar con distintos sabores… Cada uno de los ingredientes que incorporemos nos hará disfrutar de unos Pétalos de tomate diferentes.
Ingredientes
- 4 tomates pera
- unas ramitas de tomillo (en este caso hemos utilizado tomillo limón)
- pimienta negra recién molida
- 15 gramos de azúcar
- 5 gramos de sal
- aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Escalda los tomates para pelarlos fácilmente, esto es poner agua abundante en un cazo y llevarla a ebullición, en ese momento introduce los tomates enteros (puedes hacerles un pequeño corte en cruz en la base, así la piel se desprenderá desde ahí más fácilmente), y pasados un minuto retíralos y enfríalos rápidamente bajo el chorro de agua fría o en un cuenco con agua y hielo.
Pela los tomates tirando de la piel, córtalos en cuartos y retira las semillas, quedándote con cuatro pétalos de tomate, o más si utilizas un tomate que no sea tomate pera o sea muy grande.
Pon los pétalos de tomate en un recipiente plano, uno al lado del otro, añade la mezcla de azúcar, sal, tomillo y pimienta, y deja reposar una hora aproximadamente. A continuación pon los pétalos en una sartén baja (también se podría hacer en el horno), igualmente sin poner unos encima de otros, sino todos bien extendidos, y añade aceite de oliva virgen extra, la cantidad depende del volumen de los tomates, pero no es necesario que los cubra.
Confita los tomates a una temperatura un par de puntos más del mínimo (tendréis que jugar con vuestro fuego, no tiene que freír, tiene que cocer en el aceite), durante 40 minutos aproximadamente, si son muy gruesos puede ser necesario más tiempo, 60-90 minutos… Durante este periodo de tiempo, riega los pétalos de tomate con el aceite de vez en cuando o ve dándoles la vuelta. Cuando estén listos, déjalos enfriar y resérvalos en el frigorífico en un recipiente cerrado con su aceite.
1 comentarios
Que buena idea, es algo muy sencillo y que puede utilizarse en casi cualquier plato.
Muy buena idea