Según expertos del IEO (Instituto Español de Oceanografía), el aumento de la temperatura del mar como consecuencia del calentamiento global, pone al marisco de Galicia en peligro. Al parecer, el aumento de 0’2 grados de temperatura que se produce cada dos años provoca un continuo descenso de la productividad de las rías al variar el pH del agua. El trabajo del marisqueo, la cría, captura o recogida del marisco peligra y se evidencia en los resultados y registros de la temperatura del agua, lo habitual para un buen desarrollo del marisco se establecería entre los 12 y los 20 grados de máxima, sin embargo, el año pasado se recogieron valores que llegaron a alcanzar los 26 grados centígrados de temperatura.
Los expertos temen que la situación se agrave, el calentamiento del planeta avanza y afecta al marisco de Galicia y a cualquier especie marina, recordemos el post Los peces son muy vulnerables al cambio climático. Aunque nos estamos centrando en el marisqueo de Galicia, en realidad el problema tiene una envergadura mundial y cada año se produce un suceso que advierte sobre la seria amenaza. Por poner un ejemplo podríamos hablar del post Francia se queda sin ostras, en el año 2008 la laguna de Thau, situada en la región de Languedoc-Rosellón cerca de Montpellier, se convirtió en un cementerio de ostras, hasta el 80% murieron. La explicación que se proporcionó y que parecía coger fuerza era el registro de temperaturas elevadas en la costa atlántica, y siendo las ostras tan susceptibles a los cambios de temperatura, sucumbieron.
El informe del Sistema Información Ambiental de Galicia 2009 (SIAM) alerta sobre los riesgos que se ciernen sobre el marisqueo, del mismo modo, el IEO (Instituto Español de Oceanografía) advierte del peligro, ¿pero sirve de algo? Frenar el calentamiento de la Tierra es una tarea que compete a todos los países y como ya sabemos, la Cumbre del Clima 2009 celebrada en Copenhague apenas hace unas semanas, no ha logrado alcanzar los objetivos y compromisos esperados, a pesar de que la situación requiere una pronta actuación. Como siempre, los intereses políticos y económicos prevalecen ante todo. Recomendamos leer el artículo ¿Qué consecuencias podemos esperar y qué podemos hacer?
Claro, que no sólo el marisqueo se verá afectado, las capturas de pescado se pueden reducir significativamente, hace ya algunos años que los investigadores advierten sobre la posibilidad de que los peces cambien su ubicación actual buscando aguas que sean más frías (algo que ya está ocurriendo), hecho va en aumento a medida que pasan los años, como hemos indicado anteriormente, el año pasado se alcanzaron temperaturas impensables en el mar. Por otro lado, se debe destacar un posible desequilibrio biológico, ya que la variación de las temperaturas incide directamente en la determinación del sexo de los peces.
Volviendo al tema del desplazamiento de especies, a través de El País conocemos algunos ejemplos que nos proporcionan los expertos relacionados con el bonito, hace unos años se podían pescar a 50 millas de la costa (unos 80 kilómetros), ahora la flota pesquera debe alcanzar zonas colindantes a las aguas irlandesas, es decir, una distancia casi diez veces mayor. Evidentemente los peces tienen la posibilidad de desplazarse en busca de aguas más propicias, pero el marisco sólo tiene dos opciones dependiendo de la especie y sus capacidades, adaptarse o morir.
Existe gran dilema sobre lo que ocurrirá con algunos productos marinos como los mejillones de Galicia, actualmente se producen 300.000 toneladas, lo que coloca a esta región en una de las mayores productoras del mundo de mejillón, hay que destacar además sus cualidades organolépticas y el gran protagonismo en su gastronomía. Pero ¿qué puede ocurrir?, ¿se adaptará el mejillón a los cambios en las próximas décadas o por el contrario sucumbirá al cambio climático?. Benito Peleteiro, experto en reproducción de peces y acuicultura, indica que es necesario empezar a realizar estudios relacionados con el cambio de pH, temperatura o salinidad y cómo afectarían al mejillón dentro de unas décadas, conocer cuál sería el destino de esta especie sería un factor decisivo para buscar otras alternativas de producción, recordemos que ya fue descubierto el marcador genético del mejillón de Galicia lo que permitirá agilizar las investigaciones que se realicen.
Conocer la capacidad de adaptación del marisco de Galicia es una prioridad, pero también es necesario poder determinar el comportamiento de otras especies marinas de la zona. La acuicultura adquiere día a día mayor relevancia, parece que será una de las alternativas viables para mantener la producción, aunque sabiendo que ya se ha estado trabajando en el desarrollo de peces transgénicos, no será extraño que cualquier día se dé a conocer el desarrollo de mejillones transgénicos capaces de soportar cualquier variación de temperatura, pH o salinidad…
Foto | Jlastras