Los Consejos Reguladores del Aceite de Oliva de Jaén remitieron una propuesta al Gobierno para que los aceites de oliva ofrecidos en los restaurantes o establecimientos públicos, fueran envasados de forma que no puedan rellenarse de nuevo (eliminar las aceiteras) y además, que cuenten con las correspondientes etiquetas que los identifiquen, el aceite de oliva con identidad en los restaurantes o en cualquier establecimiento que ofrezca autoservicio de aceite será una realidad.
La propuesta fue remitida hace varios meses por los Consejos Reguladores al MARM (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino), algo que al parecer, el Ministerio ha considerado de forma positiva. El MARM indica que ya está trabajando en un proyecto que reglamentará los aceites vegetales y que algunas de las propuestas enviadas por el sector del aceite serán consideradas para que sean incluidas. El tema del aceite de oliva con identidad en los restaurantes es algo que ya se reivindicaba desde hace algún tiempo, podemos recordar por ejemplo la propuesta realizada por la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) a principios del año 2008.
La FCAC argumentaba que en algunos establecimientos se ofrecía aceite desconocido para el aliño, pudiendo ser en realidad aceite de girasol, algo que para quienes somos amantes del aceite de oliva sería fácil de detectar, aunque no para quien no aprecia este ingrediente. Pero al margen de este detalle, queda evidente que el consumidor debe conocer qué tipo de aceite está consumiendo, dónde se ha producido y qué calidad ofrece.
Del mismo modo que el agua que solicitamos para acompañar el menú está identificada por su envase y marca, o igual que el vino, el aceite debería ajustarse al mismo patrón. Hay que decir que antaño el aceite de oliva no era tan considerado como lo es ahora y no existía la preocupación que existe ahora por conocer sus señas de identidad. De hecho, el aceite de oliva fue hasta no hace mucho el gran vetado en la Unión Europea, se recomendaba no abusar de su consumo.
Multitud de estudios han puesto de manifiesto durante los últimos años las grandes bondades nutricionales y saludables que otorga el aceite de oliva, al final la Unión Europea tiene que rendirse ante la evidencia, el aceite de oliva es un alimento excepcional que debería ser especialmente recomendado en todo el mundo. Recordamos una noticia de la publicación digital IDEAL, en ella se destacaba que Bruselas no incluía el aceite de oliva entre los alimentos más recomendables e incluso que en 2005, este alimento aparecía en la lista negra como producto no recomendable.
La FCAC solicitaba lo mismo que los Consejos Reguladores de Jaén, parece evidente que al final los aceites de oliva con identidad en los restaurantes será una realidad, aunque hay que destacar que ya son muchos los restaurantes que ofrecen a sus comensales las señas de identidad del aceite sustituyendo aceiteras por envases monodosis o pequeños envases con la correspondiente etiqueta identificativa.
A través de Consumer podemos saber que el MARM trabaja en el proyecto y considera aceptables las peticiones, pero para prohibir las aceiteras e introducir el nuevo sistema de servicio propuesto, se debería contar con el respaldo del sector de la hostelería y la restauración, por ello, los Consejos Reguladores tratarán que estos sectores se sumen a la iniciativa dando el correspondiente beneplácito. Es evidente que ofrecer información a los comensales sobre el tipo de aceite y su calidad, mejora el servicio y la imagen que se ofrece.
Pero ya que estamos metidos en el tema, ¿quién puede asegurar que el aceite utilizado para las frituras y demás recetas elaboradas en el interior de las cocinas, es de calidad?, en este caso es más complicado que un comensal pueda diferenciar si un frito se ha realizado utilizando un tipo de aceite u otro. ¿Terminará elaborándose una normativa específica para el aceite utilizado en la cocina?
Foto | JToledo
1 comentarios
Bueno ahora vendrán las críticas de la industria del vidrio o del barro por que bajará la demanda de aceiteras… Pero me parece bueno el saber qué aceite estamos tomando. Alguna vez he preguntado en el restaurante si el aceite era de oliva y me aseguraban que sí, cuando el color y el sabor me hacían evidente que era de girasol.