La Comisión Europea acaba de aprobar la importación, procesado y comercialización del maíz transgénico MIR604, la autorización tendrá una validez de diez años y como requisito se obliga a cumplir las normas de trazabilidad y a que los productos que lo contengan especifiquen en la etiqueta su presencia. La Comisión Europea ha basado su aprobación en el dictamen favorable emitido por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimenticia), dado que los países de la UE no habían alcanzado consenso para aprobar o vetar al maíz transgénico.
Es como si existiera un vacío de poder, si los 27 países de la Unión Europea no se ponen de acuerdo, la decisión recae sobre la Comisión Europea y sobre el dictamen que haya emitido la EFSA, esta situación ya se ha producido en otras ocasiones. El maíz transgénico MIR604 ha sido modificado genéticamente con la inserción del gen Cry3A procedente del Bacillus thuringiensis, un bacilo que produce una proteína tóxica denominada Delta endotóxica, que resulta mortal para distintos insectos y nematodos.
El resultado es un maíz transgénico letal para los insectos que atacan la planta, especialmente a las larvas de los lepidópteros, insectos como larvas y polillas que en su primera etapa son gusanos. En principio es posible que la producción de este nuevo alimento pueda soportar las plagas, pero hay que tener en cuenta que antes o después los insectos se harán resistentes a la acción del bt. Cada nuevo producto transgénico que se desarrolla conlleva el estudio para retrasar la resistencia de los insectos, recordemos que todas las especies luchan por sobrevivir y desarrollan capacidades para superar adversidades, en este caso la alimentación a base del maíz.
Sabemos que los países que forman la Unión Europea no se ponen de acuerdo y no se consigue en ningún caso aplicar medidas contundentes sobre la aprobación de los transgénicos. La ausencia de consenso sea a favor o en contra, permite la aprobación de nuevos transgénicos. Para comprender por qué se aprueban tan fácilmente los alimentos transgénicos, basta diferenciar las instituciones de la Unión Europea, como sabemos son tres, la Comisión Europea que en teoría defiende los intereses de la UE en conjunto pero obvia las decisiones individuales de cada país miembro, el Parlamento Europeo, una representación de los ciudadanos de la Unión Europea, y finalmente el Consejo de la Unión Europea, organismo que representa a los países miembros a nivel individual.
Como explicábamos en el post Veto al maíz transgénico Mon 810, el funcionamiento básico de estos organismos es el siguiente, la Comisión propone y el Consejo y el Parlamento Europeo deciden, con lo que el poder de la Comisión Europea de tomar decisiones podría calificarse como nula, sin embargo, cuando no se toman las decisiones oportunas con el consenso adecuado, la decisión pasa por la Comisión Europea con el respaldo de la EFSA. Como sabemos, la Comisión Europea intenta continuamente que Europa acepte los alimentos transgénicos y ante estas situaciones tiene vía libre para ello.
Pero volviendo al maíz MIR604, además del gen que codifica la toxina Bt, el maíz expresa un marcador de la bacteria Escherichia coli que permite que las plantas de maíz puedan utilizar las moléculas de azúcar como fuente de carbono. El maíz en cuestión fue patentado en el año 2005 por Syngenta y sometido a estudio por la USDA en el 2006, los estudios mostraron eficacia con respecto a la resistencia de los insectos (gusano del maíz), sin embargo, en lo que respecta a los estudios a largo plazo sobre cómo puede afectar el consumo de maíz transgénico MIR604, poca información.
A través del informe de la EFSA podemos conocer las pruebas oportunas realizadas, estudios en los que se les ha proporcionado a roedores de laboratorio una alimentación basada en este maíz sin que aparecieran signos de toxicidad o alergias. Un estudio de 90 días con roedores es insuficiente, como ocurre en la mayoría de casos son estudios relativamente cortos, recordemos el post El riesgo de los alimentos transgénicos, efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar este tipo de alimentos a largo plazo.
Al parecer, la presión ejercida por Estados Unidos para la introducción del maíz en cuestión, ha dado sus frutos, el poder de decisión de los europeos queda anulado ante la falta de consenso y podemos sospechar que las empresas biotecnológicas lo saben, la aprobación de alimentos transgénicos en Europa se suceden. ¿De qué nos sirve tener un Consejo de Ministros de Agricultura de la UE si no son capaces de decidir?
Más información | GMO Compas
Foto 1 | Spakattacks