A la hora de cocinar nos resulta imprescindible tener fácil acceso a los ingredientes que tengamos que utilizar, además de una mise en place estructurada, hay cosas a las que no damos mucha importancia, pero dado el uso que tienen, merecen una especial atención, hablamos en este caso del salero.
Y hablamos del salero que utilizamos en la cocina, no del que ponemos en la mesa para que cada comensal se aderece su ensaladas o rectifique la sal de su plato (cosa que no recomiendan los expertos en salud). ¿Qué os parecería tener el salero ergonómico de la imagen).
Tenemos que reconocer que el salero que tenemos en nuestra cocina no es todo lo cómodo que nos gustaría, colgado en la pared, con apertura de media tapa… cuando no cae la sal por el camino, se cierra pillándonos los dedos o tienes que hacer forzados giros de muñeca. Bueno, no es para tanto, pero viendo que existen accesorios de cocina como este salero ergonómico, es fácil encontrar pegas al otro.
Tal vez este diseño de Emile Henry no convenza a muchos, pero por su forma y tamaño nuestra mano podrá tomar la sal necesaria para aderezar los guisos cómodamente. Como veis, parece el codo de una tubería, tan simple como eso, lo que encontramos en falta es alguna forma de tapa que impida que cualquier partícula se introduzca en el salero.
El precio tampoco es un regalo, 20 euros, pero es que la cerámica con la que está elaborado tiene 3 años de garantía, que como comentamos en el molde para Tarta Tatin del mismo fabricante, garantiza además que no pierde color ni esmalte.
Si estás pensando en cambiar tu contenedor de sal, quizá el salero ergonómico de Emile Henry te convenza, lo puedes encontrar en tiendas de menaje que trabajen con esta firma, y podrás elegir entre varios colore, rojo, amarillo, pizarra, azul…
2 comentarios
Lo tengo en mi casa, y es muy cómodo… además, mantiene la sal perfectamente seca, ya que el interior es poroso…
Un saludo…
Pues va muy bien conocer ese detalle Delokos, gracias por compartirlo.
Un cordial saludo