Michel Kagenaar renuncia a la estrella Michelin que brillaba en su restaurante De’n Dillegaard desde 2004. Una nueva jarra de agua fría para los responsables de la Guía Michelin que cada vez ven más claro que su galardón no permite a los cocineros desarrollar su trabajo como realmente lo sienten y lo quieren disfrutar.
Así lo afirma Michel Kagennar, abandona la estrella Michelin porque el restaurante da una imagen que no casa con lo que él, su esposa Suzan Kagenaar y su equipo, quieren dar. Afirma que los clientes creen que tras la puerta del restaurante se encuentra un establecimiento pequeño, caro y formal, así que quieren retomar su primera etapa en el restaurante, cuando la gente espontáneamente acudía a comer o cenar sin problemas, con niños, con vestimenta informal, etc.
El hecho de que el restaurante De’n Dillegaard se distinguiera con una estrella Michelin obligaba a cumplir una serie de reglas como una cocina espectacular, precios más elevados y todo lo que ya sabemos. Aunque han disfrutado muchos años de la mención de la guía roja, explican que tiene muchas desventajas que poco a poco van pesando.
También cuenta que el restaurante se encuentra en el pequeño pueblo de Nuth, en la provincia holandesa de Limburgo, donde a partir del próximo 9 de marzo dejará de existir el restaurante De’n Dillegaard para abrir el 15 de marzo Eten bij Michèl (Cena en Michel), un lugar en el que disfrutar de un ambiente relajado y familiar, con la misma calidad que siempre han proferido en su profesión Michel y Suzan pero sin presiones.
La lista de chefs que renuncian a la estrella Michelin va en aumento, y más rápido de lo que muchos podrían imaginar. El último abandono fue el de Marc Veyrat, precedido por grandes chefs de distintos países con una o varias estrellas, ya es fácil perder la cuenta.