El gran chef francés Marc Veyrat abandona las estrellas Michelin que lucían en el restaurante L’Auberge de L’Eridan (La Maison de Marc Veyrat) desde 1995. También tenía esta distinción y la máxima puntuación de la Guía Gault Millau en el restaurante ya cerrado ‘La ferme de mon pere’ entre otros reconocimientos.
El hecho de que Marc Veyrat abandone las estrellas Michelin pone de nuevo a la Guía Michelin en evidencia, varios chefs han renunciado a las estrellas Michelin y generalmente acusan problemas de salud. En este caso, parece que el chef no se ha recuperado del accidente de esquí que le tuvo un año en silla de ruedas.
Por todos es sabido que hay dudas sobre si se rentabilizan las estrellas Michelin, aunque hay otros que lo tienen bien claro, como el mismo Ferrán Adrià.
Las exigencias que se deben cumplir para conservar la máxima distinción de la guía roja cuestan mucho, y no sólo dinero. Precisamente un crítico gastronómico francés, François Simon, afirmaba en un debate de la televisión gala que la guía estaba desfasada, que recompensa más la inversión, el estatus y el prestigio de un establecimiento que su cocina. Y en la publicación Le Figaro afirmaba con ironía “Es verdad que Michelin es irremplazable en el paisaje gastronómico francés. Si desapareciera, nos aburriríamos muchísimo”.
De momento Marc Veyrat, considerado el chef perfecto, se va a otra cosa. Ha inaugurado en Praga un laboratorio de gastronomía molecular con el objetivo de abrir en 2010 un restaurante ecológico.
La noticia de que Marc Veyrat abandonaba las estrellas Michelin no sabemos cómo habrán sentado a los responsables de la guía, pues precisamente la nueva Guía Michelin Francia 2009 sale a la venta el próximo lunes y el restaurante L’Auberge de L’Eridan aparecerá en ella.
Pues eso, esperamos conocer los nuevos proyectos del prestigioso chef francés y sobre la nueva Guía Michelin Francia 2009, ahí estará. Jean-Luc Naret, directivo de la guía, no atiende a voces contrarias, afirma que no tienen competidores ni franceses ni internacionales, pero no le va a quedar más remedio que reconocer que cada vez tendrá menos amigos.