Ferrán Adrià podría llegar a ser la gallina de los huevos de oro para muchos, ahora nos enteramos de la publicación de ¡No quiero volver al restaurante!, un libro del periodista Jörg Zipprick que al parecer escribe sobre gastronomía (guías, libros y columnas) desde hace unos años, y su investigación y reflexión sobre la gastronomía molecular le lleva a definir a ‘la llamada cocina molecular como el escaparate de la industria químico alimentaria’.
El libro ¡No quiero volver al restaurante! fue presentado ayer lunes, y siendo un periodista alemán afincado en París es curioso que lo publique primero en España. El subtítulo del libro reza así: “De cómo la cocina molecular nos sirve cola para papel pintado y polvo extintor”. Un ataque descarado que pretende disfrutar de la misma fama que tuvo el lanzamiento del libro de Santi Santamaria La cocina al desnudo. El propio Jörg Zipprick afirma que ha optado por publicarlo primero en España a modo de estrategia para explotar la controversia entre Ferrán Adrià y Santi Santamaria. Ya lo hemos dicho al principio, Ferrán Adrià es la gallina de los huevos de oro…
Para conocer un poco de qué va el libro, transcribimos el índice de ¡No quiero volver al restaurante!:
1. «Una dosis extra de química, por favor»
2. La cocina molecular nace…
3. El Bulli se hace famoso
4. El proyecto Inicon
5. El inquietante Monsieur This
6. La farmacia del chef de Soylent
7. ¿Legal, igual?
8. ¿Y la salud qué?
9. El caso de los carragenatos
10. El experimento «fast food»
11. La leyenda del «cocinero inventor»
12. Ferran Adrià: un fenómeno mediático
13. «Atún, estaño y chocolate industrial»: todo, menos la verdad
14. Sobre la nueva cocina
15. Quieren lo mejor de nosotros: ¡nuestro dinero!
16. ¡Más de lo mismo! ¡Pero de verdad!
– Epílogo. ¿Muslo o pechuga?
– Apéndice. Lista de aditivos
El autor saca el tema del Proyecto Inicon, del que ya nos informó Santi Santamaria en su libro (un proyecto que trabaja con fondos de la UE para introducir las nuevas tecnologías en la gastronomía moderna, en estos momentos no funciona la web www.inicon.net), tiene como blanco a Ferrán Adrià, afirma que el chef catalán no ha inventado nada, que todo es fruto de la creación de los industriales alimentarios, se expresa con ironía y ganas de polémica… y seguro que algo conseguirá, pero no tenemos tan claro que esta estrategia le funcione como espera.
Nosotros esperamos poder leer pronto este nuevo libro para conocer realmente si esconde algo interesante entre sus 200 páginas (y un precio de 15 euros), entonces os contaremos más sobre él.
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2 comentarios
Yo directamente ni me lo leía y mucho menos pagaría 15 euros a alguien que se quiere forrar a cota de Adriá.
Sería muy peligroso que los yogures del super tuvieran un exceso de aditivos porque los como a diario pero por mí, Adria puede servir, si quiere, uranio en sus platos. Como mucho me los permitiré una vez en la vida así que no pdría hecerme daño. Es muy sencillo, están creando una polémica artificial, un problema que no existe, para ganar dinero a costa de otros. Y Santi Santamaría el primero.
No es por entrar en polémica pero cuantos productos hay en el mercado (tabaco, alcohol, vinos, grasas trans, transgénicos, todas las alergias alimentarias que están saliendo, etc.).
Yo no veo como una «alarma» el tema de los aditivos. Si que creo que tenían que estar más identificados en cualquier producto, envase o carta de restaurante (más que nada por el tema de las alergias, que los que las sufrimos muchas veces no sabemos por qué se producen).
Pienso que es un tema de legislación, si malo es fumar en un restaurante… ¿no lo es ingerir cualquier producto sin saberlo?
A mi me gustaban (y me gustan) las espumas, aires y alguna que otra floritura, hasta que después de comerlas, a la hora y media más o menos, me salía una gran urticaria por todo el cuerpo.
No sabía que era lo que me la había producido. Sabía que no había comido marisco ni soja (que soy alérgico), hasta que me enteré que algunas espumas y aires estaban elaboradas con «lecitina de soja» y yo lo tomaba sin saberlo.
Por eso digo que si que deberían indicar todos los ingredientes de cualquier plato.
Por que lo demás, los libros sobre aditivos y la “industria química culinaria“, es marear la perdiz.
Un saludo pareja.