La Crema de coliflor y champiñones es una buena opción para tomar como entrante y sentirse reconfortado. Resulta un plato lleno de sabor y de nutrientes, apenas contiene grasas, y las puedes reducir sustituyendo el queso indicado por uno menos graso.
En casa, la mejor forma de servir la coliflor y que todos la disfruten, es haciendo una crema con ella, por eso también os hemos mostrado la receta de Crema de coliflor con foie y mango, o la receta de Crema de coliflor y huevo poché con espárragos. A éstas se suma ahora esta receta de crema de coliflor, y veréis que tenemos un buen repertorio con la finalidad de que esta verdura no deje de estar en nuestra mesa.
Podemos tomar esta crema como entrante, o ahora que vienen días festivos en los que seguro que se suman comensales, podemos servirla en vasito como aperitivo, es mucho más digestiva y saludable que los productos rebozados y fritos que en muchas ocasiones suelen servirse.
Ingredientes (4 comensales)
- 500 gramos de coliflor
- 200 mililitros de leche
- 500 mililitros de caldo de ave
- 250 gramos de champiñones
- 100 gramos de queso semicurado
- 3 dientes de ajo
- jengibre fresco
- hierbabuena seca
- pimienta negra
- nuez moscada
- 4 lonchas de panceta
- aceite de oliva
- sal.
Elaboración
Limpia de hojas la coliflor, corta los ramilletes y lávalos. Bien escurridos pásalos a una cazuela con la leche y sal al gusto y cuece a fuego lento hasta que la coliflor esté tierna, unos 20 minutos.
Mientras tanto, limpia los champiñones y córtalos en láminas, pela los dientes de ajo y córtalos también en láminas, ralla la raíz de jengibre (la cantidad a tu gusto) y pon un poco de aceite de oliva en una sartén para sofreír primero los champiñones salpimentados al gusto, una vez que el agua que han soltado se haya evaporado, incorpora el jengibre y los ajos, un poco de pimienta y hierbabuena seca. Rehoga un par de minutos y retira del fuego.
Reserva unas láminas de champiñones para decorar después los platos y agrega las de la sartén a la cazuela con la coliflor ya cocida. Añade también el caldo, un poco de nuez moscada y un chorrito de aceite de oliva. Tritura con la batidora de mano hasta obtener una crema fina. Puedes jugar añadiendo o poniendo menos caldo para obtener la textura y densidad deseada.
Pon la cazuela al fuego y lleva a ebullición, después apaga y retira del fuego. Rectifica de sal y pimienta si fuera necesario, pero aún falta añadir el queso que habrás rallado previamente. Incorpóralo poco a poco a la crema sin dejar de mover con las varillas o una cuchara de madera para que se funda con el calor.
Por otro lado, en una sartén sin engrasar fríe la panceta hasta que quede crujiente, pósala sobre papel absorbente cuando la retires para desechar el exceso de grasa.
Emplatado
Sirve un par de cucharones generosos de crema de coliflor, utiliza platos hondos o cuencos. Coloca en el centro unas láminas de champiñones de las que reservaste y la panceta crujiente. Espolvorea un poco de hierbabuena y pon un punto de color al plato, nosotros lo hemos hecho con una cucharadita de salsa de remolacha.