El alquiler de superficies de cultivo en otros países es una de las opciones que han adoptado algunas naciones como China para intentar garantizar la alimentación de la población afrontando la falta de alimentos que según algunas previsiones se auguran en los próximos años. De ello ya hablábamos en el post Comprar tierras cultivables en otros países para garantizar la alimentación, en él mostrábamos las intenciones del gigante asiático de intentar adquirir tierras productivas en África y Sudamérica.
A esta nueva forma de garantía alimentaria se suman otros países, ahora una empresa de Corea del Sur pretende obtener el alquiler de superficies de cultivo por 99 años de Madagascar, nación insular que se encuentra frente la costa sudeste del continente africano. Nada menos que 1.300.000 hectáreas de terreno que equivalen a la mitad del terreno cultivable de ese país. El proyecto contempla la plantación de millón de toneladas de aceite de palma y cinco millones de toneladas de maíz cada año, el grueso de las plantaciones lamentablemente se destinarían a la elaboración de biocombustibles.
Resulta lamentable saber que lo que se produzca no se destinará a la alimentación humana, y más sabiendo que el país arrendador (Madagascar) tiene una población de 17,5 millones de personas de las que unos 12 millones viven por debajo del umbral de la pobreza. Es difícil creer que el alquiler de la superficie cultivable sirva para que la población mejore su situación a largo plazo, aunque según el Gobierno de Madagascar, con el alquiler de las tierras se obtendrán mejoras significativas, trabajo para la población, mejoras en las infraestructuras, escuelas, la creación de un puerto marítimo, etc.
Ahora se negocia el pago del alquiler que debería abonar Daewoo Logistics Corporation, la empresa coreana que ya utiliza este modelo de producción en Indonesia pero a menor escala. ¿Es una solución acertada que un país pobre alquile sus tierras?, ¿se podría aplicar el dicho ‘pan para hoy y hambre para mañana’?
Comienzan a aflorar los planes en los que las naciones más pudientes van a alquilar las tierras de las naciones más empobrecidas con el propósito de asegurarse los recursos necesarios, sean alimentarios o energéticos. La empresa coreana planea además realizar otros tipos de cultivo en otros países.
El detonante del nuevo modelo de negocio fue indudablemente las subidas del precio de los cereales y cada vez son más países y empresas las que buscan comprar o alquilar tierras de otros países, Corea del Sur, Arabia saudita, China, etc.
Recordemos que ahora los Gobiernos de estos países incentivan con prioridad las inversiones en tierras cultivables en lugar de incentivar en tecnologías, industria o combustibles, como antaño se hacía.
Para los países subdesarrollados va a ser una inyección económica que aliviara la situación a corto plazo, veremos qué sucede al cabo de unos años cuando aparezcan nuevas fuentes energéticas y ya no resulte rentable alquilar los terrenos para producir los cereales. Otro planteamiento que también se debería añadir es la posibilidad de que los cereales plantados sean transgénicos dado el fin para el que se producen, por tanto, la utilización intensiva de glifosato y la posterior esterilización de las tierras de cultivo podrían ser cuestiones garantizadas que empeorarían seriamente la situación del país.
Vía | El País