Se denomina pescado forraje a las capturas marinas destinadas a la elaboración de aceites y piensos para la alimentación animal. Se supone que el pescado forraje está formado por especies de escaso valor comercial y ejemplares grandes.
Sin embargo, entre los ejemplares que conforman el pescado forraje, se pueden encontrar especies de gran calidad como pueden ser anchoas o sardinas, esto es verdaderamente imperdonable y más cuando numerosos estudios científicos están advirtiendo sobre los riesgos de que desaparezcan muchas especies marinas consecuencia del cambio climático, de la contaminación o de la sobreexplotación.
Precisamente de la sobreexplotación hay que destacar que hasta un tercio de las capturas mundiales son consideradas pescado forraje y se destinan a las actividades que antes hemos mencionado. Así lo muestra una investigación, según los datos que han aportado, hasta un 37% de las capturas, es decir, un equivalente de 31,5 millones de toneladas de pescado se destinan al engorde de los animales de producción industrial y los peces de las explotaciones de acuicultura.
Lo peor es que se utilizan algunas especies que tienen un gran valor comercial y que están en riesgo de extinción debido a la sobreexplotación. De qué sirve intentar velar por preservar el atún rojo, las anchoas, etc., si después se capturan ejemplares de estas especies para otras cuestiones que no son la alimentación humana. El problema es que al parecer, apenas existe regulación sobre la pesca de pescado forraje y posiblemente quienes trabajan en esta actividad no tienen en cuenta las especies que capturan, todas van al mismo saco.
Muchos expertos han considerado las cifras de capturas asombrosas y quizá escandalosas, lo que denominamos pescado forraje, sirve de alimento al pescado de gran valor comercial y a miles de especies marinas de mayor tamaño. La salud marina está condicionada por las capturas de pescado forraje y tras los resultados presentados, deberían adoptarse las medidas oportunas poniendo en marcha un plan para regular este sector. Recomendamos ver el documental sobre cómo se pueden preservar las especies marinas con las que se abastece la humanidad.
Es difícil calcular cuantas toneladas de pescado de valor comercial destinado a la alimentación humana se desperdician. Queremos destacar una curiosa observación realizada por Ellen Pikitch, directora ejecutiva del Instituto para la Ciencia de Conservación de los Océanos. Según la experta, son necesarios entre 1,36 y 2,27 kilos de pescado para poder producir 0,45 kilos de peces de acuicultura, si en esta cantidad de alimento se han utilizado peces como las anchoas o las sardinas…
Los expertos aconsejan encarecidamente hacer efectiva una regulación y controlar qué es lo que se saca del mar a fin de preservar las especies en peligro de extinción y mejorar la salud marina. El pescado de valor no sólo se enfrenta a la contaminación, la sobreexplotación o el calentamiento del planeta, también se enfrenta a la escasez alimentaria agravando el peligro de extinción.
El estudio estará disponible a partir del mes de noviembre en la publicación digital Annual Review of Environment and Resources, posiblemente se puedan conocer más datos en torno a este tema.
Vía | Reuters