Los embutidos con carne de toro son el resultado de un proyecto que se puso en marcha en el año 2005 con el propósito de revalorizar el precio de este tipo de carne. Hasta ahora la carne de toro presentaba un escaso valor a pesar de tener propiedades interesantes, pero no es de extrañar, ya que los toros que se destinaban al matadero eran aquellos que tenían demasiada edad o estaban incapacitados para ser lidiados en la plaza de toros. El resultado era una cotización de la carne de toro muy por dejado del coste de producción.
Los embutidos con carne de toro serían una salida que rentabilizaría el producto según indican los responsables de la Junta de Castilla y León, concretamente la Estación Tecnológica de la Carne de la Junta. El nuevo embutido con el que se pretende otorgar un valor añadido a la carne serán los chorizos.
La carne que se utilizaría para elaborar los chorizos no procedería de los animales que han sido lidiados, ya que esta carne provendría de un animal que ha sufrido un estrés excesivo y contendría un nivel de pH muy elevado y nada recomendado para elaborar el chorizo. El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León ha trabajado durante estos tres años buscando la combinación de productos más adecuada y las condiciones de secado idóneas que permitieran lanzar un alimento de calidad significativa que resultara rentable. También se ha estado estudiando la mejor presentación para llamar la atención de los consumidores.
De la carne de toro se pueden destacar cualidades como un alto contenido en hierro o una escasa materia grasa en su composición, además proviene de animales que han sido criados en la dehesa y han disfrutado de una alimentación saludable en la que se contemplan las bellotas, tal y como se alimentan los cerdos ibéricos que nos proporcionan magníficos jamones.
De momento parece que las investigaciones del Instituto han dado sus frutos y ya cuentan con los porcentajes de los productos que intervendrán en el nuevo chorizo de carne de toro. Del mismo modo, se ha optimizado el proceso de curación que resulta ser más lento que el que se aplica en los embutidos tradicionales, debiendo curarse en condiciones de humedad y temperatura más reducidas de lo habitual. Las pruebas culinarias realizadas por los expertos han sido favorables y las cualidades organolépticas les han convencido, indican que se trata de un chorizo con un sabor un poco más fuerte pero con agradable textura que ha sido obtenida precisamente gracias a la curación más lenta.
Indudablemente, quien tiene la última palabra es el consumidor, será su juicio el que determine si el chorizo de toro tendrá una buena acogida en el mercado, también será imprescindible una buena campaña de marketing, recordemos que algunos productos que incluso ofrecen sabores que no son nada excepcionales, logran triunfar gracias a las buenas campañas promocionales, en muchas ocasiones la publicidad logra cautivar a los consumidores.
Ahora se debe esperar que las empresas cárnicas se interesen en el proyecto y comiencen a producir el nuevo chorizo de toro. Será necesario probar el nuevo producto para poder opinar, por lo que tendremos que esperar un poco más.
Vía | Norte de Castilla