Hace un par de días os hablábamos de la dieta crudivegana y de las similitudes que presentaba con la dieta life food, la dieta del paleolítico o la dieta evolutiva entre otras, de hecho, todas provienen del denominado crudivorismo.
Nos hacíamos eco del crudivorismo o dieta crudivegana, dieta que se introdujo en nuestro país hace 18 años, por el personaje de barbas blancas que veis en el vídeo, Baltasar Lorenzo o Balta, como le llaman habitualmente.
En el post sobre la dieta crudivegana reflejamos cómo el crudivorismo era interpretado de una manera muy especial por Balta Lorenzo y mostrábamos algunos aspectos que podrían tacharse de negativos, no con la alimentación pero sí con la actitud.
Al parecer, la sede de los crudiveganos es visitada por personas que padecen diversas enfermedades, drogodependientes, enfermos de sida, enfermos de cáncer o que padecen trastornos alimentarios, porque según indicaban los crudiveganos, era posible la curación o la mejoría del estado de salud gracias a esta dieta. Afirmar que enfermedades actualmente incurables para la ciencia médica habían sido curadas gracias a la dieta crudívora resulta algo incomprensible e irracional.
Con este vídeo complementamos un poco más toda la información que facilitábamos en el post anterior. Nos llaman la atención algunas de las declaraciones que realiza Balta sobre los alimentos crudos, una curiosa descripción sobre los beneficios que aportan a nuestro organismo, entre ellos «la radioactividad».
2 comentarios
Hola,
El 4 y 5 de octubre habrá en Madrid un Taller de Nutrición Consciente muuuuy interesante. Astrid la mujer que lo imparte ha estudiado en las mejores universidades de Estados Unidos de comida Crudi-vegana y Living Food.
Vivir como en el paleolítico inferior no es lo que yo definiría como un «Higienista». Una pena.
Que una zanahoría cruda tenga más radioactividad que una cocida tampoco es algo muy ajustado a la realidad (a no ser que este papa noël sobremusculado y acromagnado frote la zanahoría contra las paredes del reactor nuclear de la central de Trillo).
Vivir así no es posible salvo para marginales y excluidos sociales.