Los precios de los alimentos continúan incrementándose y los márgenes de los intermediarios se mantienen, ni las protestas ni las denuncias realizadas por diversas organizaciones de consumidores o agrarias han servido para frenar el aumento imparable del precio de los alimentos.
Se han presentado los datos relacionados con los precios de los productos alimentarios de venta al público, correspondientes al IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos) del mes de julio. Recordemos que el IPOD es el nuevo indicador o barómetro de precios que ha sido creado por la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), la CEACCU (Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios) y la UCE (Unión de Consumidores de España) con la intención de dar a conocer a los consumidores la realidad económica que se encuentra sujeta a los productos alimentarios.
Pues bien, el IPOD de junio marcaba un encarecimiento del precio de los alimentos de un 436% desde su origen hasta su destino, y el IPOD del mes de julio ha marcado un 441%. En una comparativa realizada entre ambos meses, la media general muestra un incremento de un 10,25%, evidentemente algunos productos han reducido los márgenes pero otros se han elevado considerablemente. Principalmente han sido los productos agrícolas de consumo los que más se han incrementado en comparación con los datos del mes de junio, nada menos que un 12,17%.
Los productos que provienen de la ganadería también han sufrido un aumento considerable, un 6,23%, quizá no es tanto como con los productos agrícolas, pero hoy por hoy cualquier subida por pequeña que sea se ha de valorar, y más cuando hemos estado sufriendo durante todo un año una continua escalada de precios. El mayor aumento sufrido en el mes de julio lo han protagonizado los pepinos (6,46%), las berenjenas (8,85%) y los calabacines (10,60%), curiosamente estos productos se han reducido en el precio de origen, así por ejemplo, en el IPOD de junio las berenjenas mostraban un precio de origen situado en 0,4 euros/kilo y el precio de destino era de 1,86 euros/kilo, por lo que el consumidor final paga 4,65 veces el precio del producto en origen.
En cambio, en el IPOD de julio las berenjenas mostraban un precio de origen de 0,2 euros/kilo, en destino alcanzaban los 1,77 euros/kilo, aquí se ha cargado 8,85 veces el precio de origen de las berenjenas, casi el doble que el mes anterior. Así ha ocurrido con varios productos, la diferencia de precio entre el origen y el destino es alarmante, en el caso de las berenjenas, los intermediarios obtienen un beneficio de 1,75 euros por cada kilo de berenjenas.
Evidentemente los intermediarios tienen determinados gastos, infraestructura de distribución, logística, pérdidas de producto, etc., pero de todos modos son márgenes excesivos y se podría decir que son especulativos. Al final resultará más rentable adquirir los productos de alimentación en una cooperativa ecológica, comeremos más saludable y más barato.
Otros productos se han encarecido levemente en origen y se han reducido también levemente en destino, pero siguen habiendo todavía diferencias muy notables.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG y las organizaciones de consumidores han vuelto a manifestar a diversos grupos políticos la proposición no de ley sobre márgenes comerciales que han elaborado para intentar que el Congreso debata sobre este tipo de abusos tan especulativos en la industria agroalimentaria, esperando que el Gobierno les proporcione una solución al respecto.
Casualmente, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio acaba de presentar sus datos sobre Precios de Venta al Público de los productos de alimentación correspondientes al mes de julio, en ellos se muestra que el precio de los limones se ha incrementado en un 64%, precio que se sitúa en 2,19 euros/kilo. Estos limones son mayoritariamente argentinos y entran en nuestro país con un coste de 0’85-0’90 €/Kg, otro ejemplo serían las cebollas, su precio se ha reducido en origen un 20% y sin embargo, los consumidores las pagamos un 8% más caras que hace un par de años.
En fin, ASAJA ha aprovechado que el Ministerio ha presentado estos datos para solicitar unas normas que terminen con esta situación tan injusta para productores y consumidores. ¿Moverá ficha de una vez el gobierno español?
Vía | COAG
9 comentarios
Aunque entiendo que las cifras puedan parecer chocantes… ¿Dónde está el problema?. Teóricamente los precios se fijan en un mercado libre (que no perfecto).
El agricultor puede decidir a quién vende y por cuanto, qué cultivar o incluso si seguir cultivando.
Nosotros como consumidores podemos decidir dónde y a quién queremos comprar los productos… o eso o realmente hay un oligopolio de la distribución que abarca a miles de empresas que están conchavadas para pegarnos el clavazo.
Y aun así hay un organismo público encargado de vigilar que se dan condiciones de competencia real… ¿o no?.
Y seamos serios, descontando la inflación (el efecto monetario) los precios son en realidad cada vez más baratos, en general, salvo movimientos especulatorios puntuales. Y en ello han tenido que ver mucho los distribuidores y grandes superficies.
¿Existen los precios justos?, ¿el margen legítimo?… mucho me temo que no. Y que a nadie nos gustaría que el gobierno entrase en nuestro negocio para decidir a la baja nuestros precios… ¿o porqué no regularlos todos?. Aunque ahora que lo recuerdo eso ya se ha intentado 😉
A mi lo que siempre me resulta chocante es lo poco que parece entender la mayoría el sistema económico en el que vive.
Saludos desde Doha.
Buenos días Álvaro, ¿Qatar?
El agricultor puede vender a quien quiere, claro pero los intermediarios trabajan en los mismos márgenes, es indiferente a quien vendas. Nosotros como consumidores, ¿podemos comprar donde queremos? Pues sí, y quizás si hay muchas empresas que están realizando acuerdos secretos para hacernos pagar lo que quieran, véase el caso de la leche negra, o el de las empresas chocolateras (acuerdos entre Nestle, Ritter, Kraft , etc).
Pactar ilegalmente el precio de venta de algunos productos es un hecho y la Ley de Defensa de la Competencia es saltada a la torera en tantas ocasiones como se puede. ¿Realmente el mercado es libre?, entonces, ¿por qué se quejan los agricultores, los ganaderos, etc.?, ¿por qué se empeñan en mostrarnos cuánto ganan los intermediarios y lo que los consumidores llegamos a pagar?
Siendo serios, los precios no son cada vez más baratos, ojala fuera así, por otro lado algunos productos puntuales que han bajado de precio, es porque se ha reducido más el margen del agricultor, sin embargo los intermediarios no lo han reducido (véase las berenjenas por ejemplo).
Precisamente cuando entiendes el sistema económico es cuando te quejas, si no lo entiendes, pagas y pones cara de pocos amigos por los altos precios, pero nada más. En fin Álvaro, todo tiene que ver con el prisma con el que mires la situación. Debe haber muchas personas que no entienden el sistema económico en el que viven, son demasiadas las que se quejan.
Es evidente que a nadie le gustaría que el gobierno entrase en su negocio supervisando e imponiendo precios con una reglamentación, sin embargo quienes la reclaman también estarían sujetos a ella, los agricultores y ganaderos con conscientes de ello y a pesar de todo la solicitan.
Cambiando de tema, se nota que has disfrutado en tus vacaciones con la gastronomía del país, si no es indiscreción, ¿cuánto pagaste por las vainas?
Saludos.
El medio kilo de vainilla (aprox unas 200 vainas) me costó unos 20€ al cambio. Son de 2 tipos, una es bourbon, la clásica que se planta en Madagascar, y la otra parece ser Thaití. Esta última tiene un aroma muy peculiar, bastante diferente a la vainilla tradicional, entre regaliz y ciruela pasa, además del clásico aroma a vainilla.
Se me olvidaba, quizás lo más remarcable que he probado en el viaje ha sido el bacalao negro de Alaska «a la Nobu», al estilo del afamado inventor de la fusión latina/japonesa Nobu Matsuhisa. Se trata de un pescado que en realidad no es bacalao, cocinado en miso a baja temperatura y luego glaseado con la salsa (diría que con soplete). Probablemente uno de los mejores platos de pescado que haya probado nunca. Lo tomamos en el Ku De Ta, una especie de chiringuito upscale que es visita obligatoria cuando estás en Bali. La cocina es buena aunque debe ser fácilmente el restaurante más caro de Bali.
Fue una pena que nos perdiésemos la cena-charity del Ku De Ta que preparó Chris Salans del Mozaic de Ubud unos días antes. El año pasado fuimos a cenar y nos encantó.
Por cierto, buscando información sobre la vainilla me encontré con está página que vende vainilla de Bali a muy buen precio:
http://www.vanillaretailshop.com/indonesiavanillaretails.php
Hace algún tiempo había pensado comprar en esta otra tienda, que sugería Chocolate & Zucchini, pero que es algo más cara:
http://www.tahiti-vanille.com/
Saludos,
Alvaro.
Alucinante los precios Álvaro. Has tenido que disfrutar muchísimo, con respecto al plato de “a la Nobu”, nos pica enórmemente la curiosidad, si es tan bueno como dices y sabiendo lo gran gourmet que eres, debe ser toda una delicia para el paladar.
Será cuestión de buscar algún restaurante que lo prepare del mismo modo en nuestro país, aunque quizá sea algo difícil.
Saludos.
Lo más cercano que se me ocurre para probar el black cod glaseado con miso es el Nobu de Londres 😉 Una buena excusa para una escapada de fin de semana.
También se puede hacer en casa, este es el plato y aquí está la receta del propio Nobu. No parece demasiado complicado, contra lo que creía no se trata de cocción a baja temperatura, sólo marinado durante 2 o 3 días. Yo estoy pensado hacerlo pronto en casa, aunque igual lo hago con bacalao corriente.
Singapur es un paraiso para los aventureros de la gastronomía. Tan sólo la hawker food y la comida rápida de los food courts ya es todo un descubrimiento. Luego los restaurantes de cocina nonya, teochew y las mil especialidades de la cocina china… apabullantes.
Ah, se me olvidaba. Bali tiene algunos restaurantes muy interesantes, pero probablemente lo mejor de todo sea su huerta. La combinación de clientela en busca de alimentación saludable con una agricultura y climas envidiables hace que los restaurantes dispongan de una abundancia de verduras y frutas de cosecha ecológica increible.
Algo que muchos restaurantes españoles desearían para ellos, 🙂
Será cuestión de plantearse unas vacaciones para visitar Bali el próximo año.
Saludos.
Pues si, una escapadita a Londres no estaría mal pero quizás preferimos hacerlo en casa, no tardaremos mucho en preparar la receta…
Gracias por las recomendaciones sobre la elaboración.
Saludos.