Los consumidores prefieren que el pescado que adquieren provenga del mar, la creencia de que los pescados que provienen del cultivo en medios preparados para este fin son de peor calidad se mantiene, sin embargo, la acuicultura es la opción más acertada por varias razones.
En la acuicultura se controlan metódicamente las posibles enfermedades que afectan a los distintos tipos de pescado que en ellas se crían, no hay parásitos que puedan afectar a los peces como por ejemplo el anisakis y la carne del pescado no encierra en su interior los diferentes tipos de contaminación presentes en los mares, como pueden ser los metales pesados.
Tampoco existen diferencias nutricionales entre un pescado de mar y uno que provenga de la acuicultura, excepto el contenido graso, además resulta mucho más fresco el que proviene del criadero, no hay que esperar a ver qué es lo que trae la flota pesquera. La acuicultura garantiza las cantidades y éstas no están sujetas, como ocurre con la pesca, a las inclemencias medioambientales o a la escasez.
Podemos recordar algunos proyectos de gran interés que garantizarían el abastecimiento mundial del atún rojo, sabiendo que acaba de ser prohibida la pesca de esta especie por la Unión Europea, la opción de la acuicultura resulta la más acertada y segura.
Otro ejemplo de rentabilidad y garantía de abastecimiento lo tendríamos con el proyecto de la Universidad de Santiago de Compostela, en el que han logrado desarrollar un sistema para agilizar y rentabilizar la producción de erizos de mar acortando los tiempos de crianza en unas novedosas granjas de erizos de mar.
Son muchas las especies que corren riesgo de extinción con la pesca marina, mientras que con la acuicultura este riesgo se reduciría notablemente, además existen otros condicionantes que hay que tener en cuenta, la fluctuación de los precios sujetos a la pesca y la demanda serían significativamente menor. Actualmente el 50% del pescado que se consume en nuestro país proviene de la acuicultura y esa cifra podría incrementarse mucho más, todo depende de la valoración que realicen los consumidores.
Esta es una industria creciente que intenta ofrecer la mejor calidad a un precio ajustado, ya lo dijo Dani García en Alimentaria, la acuicultura es el futuro, y tanto el cuidado que reciben como el estado en el que se crían es comparable a la cría de cerdos ibéricos de la dehesa, y en este caso el producto final es muy valorado.
Por todas estas razones, la Federación Española de Nutrición y APROMAR (Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos) han puesto en marcha un convenio de colaboración que permita dar a conocer lo que ofrece la acuicultura, las ventajas y beneficios resultantes de consumir el pescado que producen.
Más información | OESA
Más información | FAO
Más información | ONU
2 comentarios
El problema de la acuicultura hasta ahora parece ser la alimentación de los peces, basada en piensos y harinas. Esta uniformidad de la alimentación, junto a un nivel menor de actividad física, hace que el pescado tienda a ser menos sabroso y más graso.
Por ejemplo, es la alimentación del salmonete de roca lo que le da ese increíble sabor que no tiene por ejemplo el salmonete de playa, siendo básicamente el mismo bicho.
Es lo mismo que ocurre con la agricultura ecológica vs agricultura intensiva. Aunque he sido muchas veces el polemista número uno cuando apoyabais la agricultura ecológica 😉 debo decir que el argumento de Paco Berciano sobre la homogeneización de la viña se aplica también a las verduras: usamos abonos químicos y pesticidas sistémicos y con ello liquidamos la flora del suelo y la variedad bioquímica del suelo, al final todo sabe igual.
Pero vaya, supongo que estamos apenas en el neolítico en cuanto a la acuicultura y la cosa irá mejorando, porque no queda otra alternativa si queremos seguir comiendo pescado.
¿No os resulta asombroso que haya miles de años de diferencia entre la aparición de la ganadería y la acuicultura?.
En el campo de la acuicultura habrá como en todo, unos que alimenten a sus «animales» mejor y otros peor, ahí se verá la diferencia en la calidad del producto final para el consumidor.
Y es cierto que sorprende que no se hayan metido antes y tan a fondo en la acuicultura como en la ganadería, será porque el ser humano quiere controlar primero su territorio??
Saludos