En varias ocasiones hemos hablado sobre el mercado chino y sobre las grandes perspectivas de negocio que ofrecen a las empresas agroalimentarias de todo el mundo, prueba de ello son los datos que muestran el incremento del consumo de determinados alimentos, es evidente la influencia del mercado chino en el aumento de los precios de los alimentos. Los modelos de alimentación occidentales están cambiando los hábitos alimenticios de China, podemos nombrar por ejemplo la leche, el primer ministro chino, Wen Jiabao dio a conocer el año pasado su intención de que cada niño chino pudiera disfrutar de medio litro de leche en su dieta.
Durante los últimos cinco años, el consumo de leche se ha disparado en el mercado chino, algo que ha forzado el aumento de la demanda y ha provocado la insuficiencia de la producción para satisfacerla, de ahí que se produjera un aumento de la cuota de la leche en Europa, aunque resulta ser un aumento insuficiente y posiblemente se deba incrementar más del 2% estipulado. La nueva estrategia del Gobierno chino para favorecer con alimentos y productos lácteos a la población, va a provocar un continuo aumento de la demanda láctea y posiblemente los precios continuarán subiendo si no se adoptan algunas medidas.
Otro ejemplo que se puede citar es el aumento del consumo de carne, en los últimos 20 años China ha pasado de consumir una media de 20 kilos de carne por año y persona a los actuales 50 kilos.
El incremento del consumo de este alimento se traduce en una mayor demanda de cereales con el que poder alimentar a los animales de los que se obtiene la carne, la consecuencia, un incremento mínimo de un 30% en el precio de los piensos y esta situación se ha acelerado durante los dos últimos años. Como dato complementario sería interesante dar un vistazo al post Tendencias de futuro en el sector de la alimentación y bebidas en el mundo.
Por el momento China se autoabastece de alimentos, pero las tierras fértiles son una limitación para su crecimiento, esto quiere decir que la demanda de alimentos crecerá significativamente y no servirán de mucho medidas como la de comprar tierras cultivables en otros países para garantizar la alimentación, algo que ya ha empezado a aplicarse y que promueve el propio Gobierno chino.
El Director de Agricultura del Banco Mundial augura mayor presión en la demanda de alimentos por parte de los países emergentes, además, es necesario recordar las declaraciones de Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial, que indicaba que la crisis alimentaria mundial se mantendría durante siete años más. Quizá se queda corto, ya que no sólo crece la demanda en China, son varios países emergentes los que hacen crecer la demanda de alimentos.
A todo esto hay que añadir numerosos problemas, los alimentos subsidiarios, los biocombustibles, el petróleo… en realidad son varias las causas de la subida del precio de los alimentos a nivel mundial y no se puede demonizar a China o la India, entre otros, por la actual situación alimentaria que estamos viviendo.
El lado positivo de esta situación se encuentra en las oportunidades de negocio que se presentan en estos países, gracias a la «occidentalización» cada vez solicitan más productos occidentales ofreciendo nuevas oportunidades a las empresas agroalimentarias y de otros servicios, así lo asegura el director de Agricultura del Banco Mundial y como ejemplo menciona el significativo crecimiento de las importaciones de vino en China.
La crisis alimentaria no ha tocado fondo, y podría agravarse aún más si entran en juego otros alimentos.