Se han aprobado nuevos cultivos experimentales de maíz transgénico en varias localidades gallegas, ante estas noticias es lógico pensar que España es un campo de pruebas de los alimentos transgénicos. No hace mucho conocíamos que el Ministerio de Medio Ambiente español autorizaba ensayos en Extremadura con el maíz transgénico MON810, ahora tambien se realizarán ensayos con esta y otra variedad trangénica en Galicia.
De nuevo, el Ministerio de Medio Ambiente español da el beneplácito a este tipo de investigaciones cuya iniciativa proviene de las grandes multinacionales biotecnológicas, una de ellas muy conocida, Monsanto. Las variedades de maíz sujetas al estudio son MON-810 y NK603, variedades que pueden soportar el ataque del famoso taladro, un insecto que representa la mayor plaga a nivel mundial sobre el maíz. Las variedades de maíz también son capaces de soportar los herbicidas y otros insectos que aunque no representan ser una plaga, merman las producciones.
Evidentemente los ensayos son necesarios para comprobar la viabilidad de las nuevas variedades, de igual modo son necesarios estudios que certifiquen la inocuidad para el consumo humano, pero lo que no resulta tan evidente es que estas pruebas se deban realizar en fincas donde la contaminación genética puede darse, el polen viaja y recorre enormes distancias.
En duda ponemos los informes en los que se garantiza la seguridad de las investigaciones y más cuando sabemos que se ha autorizado en otras ocasiones la comercialización de productos transgénicos perjudiciales, el encubrimiento de informes secretos negativos o las nuevas investigaciones que muestran posibles peligros que no han sido contemplados por estas empresas biotecnológicas, recordemos que Francia formalizó la prohibición de cultivar maíz Mon 810 al constatarse los posibles peligros para la salud humana y el medio ambiente.
El año pasado se dio vía libre al cultivo de 75.000 hectáreas de maíz transgénico y a pesar de que en Francia, se ha prohibido, en España se sigue incrementando la superficie de cultivo de esta variedad y para agravar más la situación, se desarrollan todo tipo de investigaciones en diversos puntos de la geografía nacional.
Sin un 100% de garantía de ausencia de contaminación genética y sin saber certeramente que puede afectar a la salud humana el cultivo de estas nuevas variedades, deberían paralizarse por el momento las investigaciones hasta constatar totalmente su inocuidad, o en su defecto proporcionar la máxima seguridad que evite cualquier posible peligro.
Por cierto, este tipo de cultivos dañan la imagen biológica y ecológica de cualquiera de los municipios donde se realicen, así lo asegura la Consejería Medio Rural de Galicia y es algo en lo que muchos lectores coincidirán. Muchas son las voces que piden una Galicia libre de transgénicos y más ante la duda de la eficacia de las medidas que se han establecido para evitar cualquier posible riesgo.
No nos cabe más que pensar en la posibilidad de que existan ciertos intereses que desconocemos para que contínuamente se de el visto bueno a las investigaciones de transgénicos en el territorio español, ¿tú que crees?