Según las investigaciones realizadas por la European Pesticides Action Network (PAN), todos los vinos no biológicos podrían contener pesticidas, concretamente hasta diez tipos distintos de esta sustancia que resulta ser peligrosa para el organismo humano. Estas conclusiones se basan en el examen realizado a vinos procedentes de distintos países del mundo, Italia, Chile, Francia, etc., que fueron adquiridos en países de la Unión Europea.
En total se analizó el contenido de 40 botellas de vino de las que seis eran biológicas, las 34 botellas de producción convencional mostraron un total de 148 tipos diferentes de residuos químicos que correspondían a los diferentes pesticidas que se utilizan en el tratamiento de las viñas, aunque se detectó la presencia mayoritaria de diez. También hay que decir que de las seis botellas de vino biológico, una contenía restos de pesticidas, pero indudablemente son los vinos de producción tradicional los más afectados.
Los tóxicos encontrados son catalogados por diversas organizaciones del mundo como peligrosos para la salud, pudiendo propiciar el cáncer, problemas endocrinos o problemas en la fertilidad.
El estudio ha recibido un argumento por parte de los productores, indican que la presencia de estas sustancias en el vino es tan insignificante que no pueden plantear ningún riesgo para la salud humana. En nuestra opinión, estas afirmaciones las deben de realizar los organismos de salud correspondientes, ya que son los más cualificados para ello.
Es evidente que el abuso de este tipo de productos, ya sea de manera directa o indirecta, puede afectar a cualquier tipo de cultivo, no sólo al vino. Este tipo de información propicia que la producción de vinos ecológicos sea una industria en auge, evidentemente, a mayor conocimiento de los consumidores, mayor es el deseo por proporcionar al organismo alimentos de calidad en los que no estén presentes este tipo de sustancias. Por ello, no es extraño que países con mayor conciencia ecológica, como puede ser Alemania, vean incrementado el consumo de vinos ecológicos año tras año.
No se ha salvado ningún vino, si alguien creía que esta condición podría afectar exclusivamente a vinos más baratos, no es así. Vinos con precios que giran en torno a los 200 euros también contenían pesticidas, curiosamente estábamos hablando del auge de los vinos ecológicos en Alemania y es precisamente en un vino de este país donde se ha detectado la mayor presencia de estos productos tóxicos, llegando a detectarse hasta diez sustancias distintas.
Hay que plantearse seriamente una regulación más estricta en el uso de este tipo de sustancias a nivel mundial, el aspecto económico y productivo afecta a la calidad que presentan los alimentos.