El consumo de aceite de oliva realizado en la campaña 2007/2008 se cifró en algo más de 2,93 millones de toneladas en todo el mundo, sin duda, se trata de un buen resultado en el que se muestra que cada vez son más los consumidores que utilizan este saludable alimento en su dieta. El resultado además favorece enormemente a los productores de todo el mundo, pero hay un dato que augura posibles cambios en los precios del aceite en un futuro próximo.
Resulta que la demanda ha resultado ser superior en unas 100.000 toneladas, por encima de las previsiones realizadas por el sector, así lo anuncia el COI (Consejo Oleícola Internacional). Todos sabemos qué ocurre cuando la demanda supera a la oferta, los precios suben. Si además añadimos que las previsiones para la siguiente campaña auguran un posible descenso de la producción por las condiciones climáticas que se están presentando, casi podríamos decir que decididamente el precio del aceite de oliva subirá a pesar de que el director ejecutivo del COI, Mohammed Ouhmad Sbitri, manifieste que todavía es pronto para vaticinar la evolución de los precios.
Aunque no se diera la reducción de la producción, seguiría existiendo la mayor demanda y los precios subirían. España ha obtenido muy buenos resultados logrando aumentar sus exportaciones en un 32%, superando la media de estos últimos cuatro años. Ese fuerte crecimiento de la exportación afectará al mercado español, en muchos casos se atiende antes a las demandas del exterior que a las del propio país, el temor a perder grandes clientes así lo exige. Recordemos el post Aranceles en alimentos saludables, una lacra indeseable, en él reflejábamos que uno de los inconvenientes para aumentar el consumo de determinados productos alimentarios eran los altos aranceles que impedían la adquisición de estos alimentos a los menos pudientes.
También reflejábamos que la OA (Asociación India del Aceite) solicitaba la retirada de los aranceles que gravan al aceite de oliva. Si esto ocurre, evidentemente la demanda de aceite de oliva aumentará, y no olvidemos que este alimento adquiere rápidamente mayor importancia en la alimentación mundial.
Un ejemplo más que podemos añadir es el nuevo mercado chino, donde las expectativas de exportación de aceite son muy elevadas, en resumidas cuentas, en nuestra opinión, el aceite de oliva se encarecerá y posiblemente más de lo que nos imaginamos.
Para poder abastecer a la demanda mundial es necesaria la introducción de nuevos cultivos, especialmente en aquellos países en los que se augura un fuerte consumo, como son China o la India, si a esto le sumamos la ampliación de producción en aquellos países que llevan pocos años produciendo aceite, podríamos pensar en la estabilidad del mercado pero hay un condicionante. Todos queremos el mejor aceite de oliva, por tanto, lo lógico es comprarlo en aquellos países que tienen fama de poseer los mejores aceites y España se encuentra en este grupo. Será un tanto a favor y una alegría para los productores españoles pero ¿y para los consumidores de nuestro país?, el tiempo lo dirá.
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