De nuevo los alimentos transgénicos son el centro de una noticia, al parecer, el comité de la Unión Europea supervisará con mayor profundidad el arroz de origen chino y todos aquellos productos relacionados con este alimento que provengan del país asiático ante la posibilidad de que puedan contener arroz transgénico Bt63. Los controles se iniciarán a partir del próximo 15 de abril y son consecuencia de la detección de unas partidas de productos que contenían este tipo de arroz durante el año 2006 y 2007.
Hay que decir que Greenpeace tuvo algo que ver en el tema, gracias a esta organización se logró descubrir la presencia de este arroz. El primer país en detectarlo fue Francia, posteriormente se detectó en Alemania y Austria.
El arroz Bt63 no es seguro para el consumo humano y puede estar presente en cualquier producto elaborado, papillas, yogures, etc., en estos alimentos su presencia es más difícil de detectar. Sin duda, se trata de otro ejemplo más que debemos sumar a la larga lista de alimentos modificados genéticamente peligrosos para los humanos. ¿Leerá estas noticias el profesor José Ignacio Cubero Salmerón, Catedrático de Genética que defiende los OMG indicando que simplemente se trata de una campaña absurda en la que ecofundamentalistas y políticos están implicados?
El Bt63 es un arroz que no se comercializa en China, de hecho, está prohibido en ese país. Tras protagonizar un buen número de escándalos alimentarios en todo el mundo, el Gobierno chino decidió atajar el problema mediante una nueva legislación alimentaria, más controles de calidad, clausura de aquellas empresas que incumplían las normas sanitarias, etc. Quedan algunos años para que finalmente China ofrezca productos de calidad, los cambios son lentos pero el Gobierno chino asegura que los envíos de arroz y derivados que se han realizado a posteriori ya no contienen organismos modificados genéticamente.
Quizás estas medidas adoptadas por la Unión Europea llegan algo tarde, pero evidentemente y por el momento, hay que desconfiar de los productos importados de China, especialmente si son alimentarios.
A partir de la fecha que hemos indicado, deberá adjuntarse un informe analítico que demuestre la ausencia de arroz transgénico BT63 en cada producto importado, por su parte, la Unión Europea realizará muestreos y análisis aleatorios de los productos que se deban recibir y los que ya se encuentren en los mercados europeos.
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