Después de un intenso día en Madrid Fusión, nada mejor que recuperar las fuerzas disfrutando de una buena cena, acudimos al Restaurante Cava Blanca, ubicado en la calle Cava Alta de la ciudad de Madrid. Llama la atención nada más entrar al restaurante la decoración y el ambiente, iluminado por pequeñas velas, el color blanco de las mesas y las paredes de obra vista con piedras centenarias. El restaurante se encuentra en un semisótano, por debajo del nivel de la calle, es sencillo y modernista, suave música que crea buen ambiente, quizá más pensado para cenas muy íntimas, nosotros íbamos en grupo y nos hubiera ido un poco mejor algunos puntos de luz extra.
En el Restaurante Cava Blanca nos reciben con un Chupito de caldo y boletus con el que abrimos boca, la carta es sencilla pero bien surtida, ofrece cinco aperitivos, ocho primeros, nueve segundos y once postres, ingredientes bien escogidos que nos facilitan la elección de los platos. Pasamos a la carta de vinos, está bien surtida y elegimos un vino que todavía no habíamos probado, un Calzadilla del 2002 elaborado por la Bodega Uribes Madero.
Se trata de un Vino de la Tierra de Castilla, un tinto que ofrece un aroma muy frutal y una gran complejidad, en boca es poco astringente y presenta un postgusto relativamente largo. Pero de este vino ya hablaremos en otra ocasión, ya que bien merece un post.
Para poder probar un poco de todo, elegimos varios platos para compartir, comenzamos con unos aperitivos, un Ajedrez de croquetas en el que dos tipos de croquetas encarnaban los cuadros del ajedrez, las croquetas más blancas de jamón y salsa bechamel y las croquetas más oscuras de langostinos, sepia y tinta de calamar.
Las Delicias Idiazábal fueron el siguiente aperitivo, a pesar de su forma redonda, son unos taquitos de queso Idiazábal rebozados, era algo sencillo pero muy rico.
Seguimos con los entrantes, una Ensalada de queso de cabra, creemos haberlo dicho en alguna ocasión, allí donde la encontramos la pedimos, cada chef tiene su combinación y con buenos ingredientes siempre resulta deliciosa y apetecible. Como veréis en la galería de imágenes, esta ensalada estaba formada por canónigos, hoja de roble, achicoria, tomatitos cherry y queso de cabra entre otras cosas.
Después los Erizos gratinados, un bisquet de marisco caliente al que le añaden las huevas del erizo y finalmente se gratina, a pesar de ser una elaboración rica, percibimos en el paladar un ligero sabor a «agarrado». El Pastel de berenjena tampoco tuvo demasiado éxito, elaborado con huevo, pan, berenjenas y salsa holandesa, fue el único plato que no volvió vacío a la cocina.
Muy acertados los Ravioli de sepia rellenos de langostinos y habas que degustamos a continuación, distintas texturas y sabores en armonía que deleitaron nuestro paladar.
Decidimos probar los Gnocchis al pesto presentados en una pequeña fuente de crujiente de parmesano y con la tradicional salsa al pesto. Hay que decir que estaban ricos, lástima que el calor hizo que el cuenco de queso se reblandeciera. También tomamos unos Gnocchis con parmesano y mantequilla, muy buenos.
La Dorada a la teja fue el siguiente plato, se trata de un papillote de pasta filo en el que se alberga la dorada junto a un relleno elaborado con tomates, alcaparras, cebolla, etc. Como sabéis, el papillote es una preparación que se realiza al horno ofreciendo una jugosidad especial al pescado.
Tomamos más pescado, un Milhojas de bacalao al pil pil, el plato está formado por un laminado de pasta filo, bacalao y cebolla caramelizada, todo ello aderezado con una rica salsa romesco casera. Esta salsa en nuestra casa la utilizamos tradicionalmente para acompañar los famosos calçots y también el xató.
El último plato resultó muy sabroso, Rabo de toro relleno con guarnición de fruta, una combinación interesante, se trata de un estofado de rabo de toro deshuesado relleno de habas, zanahorias y cebolla, suave pero intenso.
Estábamos realmente llenos, no es bueno cenar tanto y el hueco que en ocasiones se reserva para el postre estaba tan ajustado que decidimos probar un solo postre entre todos los comensales, un Helado de té verde con esencia de licor de hierbas.
Nuestra opinión es bastante buena sobre el Restaurante Cava Blanca, aunque es necesario perfilar algunos detalles, están trabajando muy bien, también es importante la buena materia prima que ofrecen, en cuanto al precio, está bien equilibrado, el precio medio por persona (bebida incluida) es de unos 35 euros.
14 comentarios
We were a big group and all agreed that the food was nothing that great. Plus, and that was the worse part, they had not cleaned well the chairs of the restaurant – which had BLEACH!!! End result: not a great dinner and two pair of trousers destroyed plus a danger to health!! Madrid’s public authorities should have a look…
Estuvimos el pasado lunes y me sentí realmente decepcionada, el sitio pintaba bien pero una vez que entramos pudimos pareciar como estaba totalmente descuidado la mesa sucia, la comida mal, son platos congelados que los calientan y sirven nada que ver con la fotos de la web, el trato desagradable, en fin queria quedar bien conunos amigos y gracias a la cava blanca no pudo ser.
Hola Cedt, sentimos mucho la mala experiencia. Cuando fuimos nosotros, ya lo decimos en el post, tenían mucho que trabajar y perfilar, pero no había ni suciedad ni platos precocinados, y la presentación es la que se ve en las fotos. Claro que desde que nosotros fuimos han pasado casi dos años… han podido pasar muchas cosas, Agradecemos mucho que nos lo cuentes y que sirva de referencia para otros lectores.
Un cordial saludo
Siento aportar otra crítica negativa pero… El pasado Jueves mi pareja y yo decidimos terminar la tarde en la Cava Blanca y sinceramente ha sido la peor experiencia que he presenciado en un restaurante. Graves problemas de climatización, la comida no representa un alarde culinario actualmente, sillas sucias y lo realmente desagradable fue observar cómo el camarero, entre plato y plato, atendía a una Película que reproducía en el ordenador portátil. Otros tres comensales y nosotros tuvimos que soportar el espectáculo durante toda la cena, tremendo!
situado en un semisotano, con poca luz muy caro para la comida que dan.Te atienden demasiado rapido para que acabes pronto y lo peor de todo «la bomba de chocolate» VAYA TIMO.No se lo recomiendo ni a mi peor enemigo.
Malísimo! Una gran decepción.
Pinta bien, el sitio es agradable pero el servicio es de los peores de Madrid. El encargado no conocía ni la denominación de origen de sus vinos.
Las supuestas vieiras vinieron con su concha pero rellenas de mejillones nadando en una crema gorda y no había ni rastro de vieiras!
Lo demás no sabía a mucho o tenía demasiadas especias como para distinguir el sabor original. Malo.
No volveré nunca más!
un auténtico timo.
Atención pésima,anuncian 25 euros de media que se convierten en 45 y si vas con un plan B te dan una ensalada para compartir que no tiene nada,un escalope,te guste o no,y el postre mas soso de la carta,sin opciones,no merece la pena en ningún caso.
TENÍA BUENA PINTA…
Pero rápidamente comprobamos que la pinta no reflejaba la realidad. Mal acondicionado. Suciedad. Mal servicio, lento, descuidado, con el dueño merodeando sin ton ni son. Mala comida, salsa dulzona con cebollino igual en todos los platos. Muy escaso de cantidad. Mal hasta el helado de chocolate, que ya es difícil…En resumen, «las apariencias, engañan» y lo increible es que estaba lleno de gente el pasado sábado noche…
Coincido con los comentarios, fuimos con un Plan B, y nos dieron dos platos ridículos, ambos a compartir. Casi una bendición, porque la comida era realmente mala, una ensalada sin gracia y una especie de carne dura melosa. Todo con cebollino a saco. También tuvimos que tomar el helado de chocolate sin poder elegir (helado vulgar, de puesto de parque). Servicio desaliñado y hasta con un punto de impertinencia. El local frío y ruidoso. También es cierto que estaba lleno de gente, me imagino que habrán encontrado un filón en el turisteo, porque no parece que les interese lo más mínimo cuidar al cliente para que vuelva…
Pesimo trato, rozando la mala educacion. El menu degustacion de lo peor que he visto.
Y para terminar tenian un caniche en la cocina
Me pueden decir exactamente que entra en el Plan B, en la Cava Blanca?, tengo entendido por los comentarios que es una ensalada con langostinos para compartir, luego que son 2 platos de escalope o uno para compartir?, el postre me imagino que sea a compartir. Las bebidas entran en el plan B?.
Porque parece que es una ensalada para compartir un plato principal para compartir y un postre para compartir?, eso es asi?, no creo que no se tenga un plato principal para cada uno.
Muchas gracias.
El otro día fuimos con el Plan B con mi novia a disfrutar el regalo de unos amigos. Al llamar para reservar ya notamos cierto resentimiento a este tipo de cliente aunque como había pocas opciones en Madrid decidimos probar igualmente.
La comida fue realmente lamentable: tres platos a compartir,(ensalada, pasta de rape/merluza envuelta en lechuga, escalope gomoso con patatas fritas) en la línea de lo que cuentan otros comentarios. Todo el restaurante estaba lleno de mesas de Plan B comiendo lo mismo.
Los gerentes de este restaurante pagan poco al su servicio, que tiene que dar la cara por esa comida barata de comedor escolar que sirven a los «plastas del Plan B». Estamos contentos de no haber pedido vino (no incluido)a un precio desorbitado comparado con la ínfima calidad de los platos que nos sirvieron.
El Joven Chef Alejandro de la Torre arrastra su nombre y su negocio por los suelos con la estafa gastronómica que perpetra cada vez que asoma alguien del Plan B.
***** OJO **** TIMO *****
Nosotros escogimos este restaurante porque en la descripción del librito de planB parecía muy interesante. A mi me han regalado esto para mi cumpleaños y me arrepiento de haber escogido juste éste restaurante.
Nos hemos presentado allí para disfrutar a la hora de la comida el menú. Todo empezó en que hemos pedido agua mineral de botella. La camarera nos ha traído dos botellas ya abiertas a la mesa (precio por botella € 2,00). Al probar un sorbo me dí cuenta que era agua de cañería y en seguida le pregunté a la camarera si el agua era de grifo y porque nos la había traído las botellas abiertas. En un tono algo borde, me responde que no es de grifo y se va.
Mi acompañante la prueba también y me confirma que si es de grifo, algo que se nota inmediatamente.
Volvimos a llamar a la camarera para que por favor retirase las dos botellas de agua y nos trajera otras dos cerradas, mas que todo porque no veíamos ningún sentido de pagar € 4,00 en total por agua de grifo.
La camarera con malos modos nos trae solo una botella cerrada y sin disculparse la pone en la mesa. A mi me sorprendió que solo haya traído UNA botella en lugar de dos.
Ni una palabra ha dicho. Al probar el agua de la nueva botella se notaba la diferencia del sabor del agua.
Al pedir la cuenta, nos quería cobrar dos botellas de agua! Algo que inmediatamente negamos ya que solo había traído una!
A las otras mesas que también estaban allí con el librito de Sabores de PlanB! les daban a todos las mismas botellas abiertas con agua de grifo y les cobraban €2,00 por botella. Incluso a la mesa de al lado, habían dos personas mayores que también se dieron cuenta de que les estaban cobrando el agua de grifo! Ellos no se atrevieron a decir nada y pagaron, pero a mi me parece una vergüenza.
Mi queja puede parecer poco importante, pero a mi como consumidor (y especialmente si me regalan una cosa así), voy a los sitios con mucha ilusión para probar algo nuevo.
Me parece lamentable que un local como ese, enseñe su verdadera cara intentando engañar a los clientes por algo tan absurdo y barato como el agua!
En general todo el paquete no estaba bien. Detrás de la barra mantienen a dos perros. Algo que me parece poco higiénico para un restaurante. La comida la servían fría y el menú para dos se sirve con un plato para compartir.
Es una pena pensar que si por el agua engañan a los clientes, no quiero saber como será con la comida y los vinos ofertados en la carta!