Se baraja la posibilidad de que la actual tasa del vino en China pueda ser abolida, sería una gran noticia para el mercado del enológico. Cada botella de vino que se importa desde Hong Kong sufre nada menos que un impuesto fiscal que alcanza el 80%. Un vino que cuesta cinco euros, tras sufrir el gravamen y pasar por mayoristas y detallistas, termina vendiéndose en la restauración china por unos 90 euros. Lógicamente esta situación frena considerablemente la expansión del vino en ese país.
Ya hace algunos meses se barajó la posibilidad de reducir el arancel considerablemente, algo que los importadores celebraban acaloradamente, si se confirma la noticia, los precios del vino se reducirían notablemente y por consiguiente, su importación y consumo aumentaría en la misma medida. Se calcula que la supresión de estos impuestos supondría un incremento de 350 millones de euros en el mercado del vino de China, aumentaría el volumen de negocio y ventas convirtiéndose Hong Kong en la capital del vino en Asia.
Incluso la casa de subastas Christie’s indica su intención de trasladar una parte de su negocio relacionado con las subastas del vino a esta ciudad en el caso de que se supriman los impuestos. Algunos analistas afirman que China se podría convertir en el primer mercado del vino en los próximos diez años y no es algo extraño, dado que el crecimiento del mercado enológico en China va a un ritmo elevado, girando en torno al 15% anual. Teniendo en cuenta además que la tasa de consumo de vino se sitúa en la insignificante cifra de 1,2 litros por persona y año, cualquier productor puede vaticinar el crecimiento y el potencial de negocio enológico que se presenta.
Algunos países ya se han lanzado a la conquista del mercado chino, especialmente aquellos que conforman “el nuevo mundo”, los productores españoles no deben dormirse en los laureles y hacer lo propio, la promoción de los vinos españoles en ese país es muy necesaria.