Puede ser por desconocimiento, por falta de práctica, por la calidad o el estado de los ingredientes, por no tener los utensilios o herramientas adecuados, o no hacer un uso correcto de los mismos… pero tanto los aficionados como los profesionales de la repostería y la pastelería, podemos tener problemas cuando hacemos bizcochos, tartas y pasteles. No podemos evitar señalar que, de vez en cuando, nos encontramos con personas que echan la culpa a una receta cuando no obtienen el resultado esperado, pero es algo que tenemos que asumir cuando compartimos nuestras recetas en este espacio.
No obstante, no podemos dejar de preguntarnos por qué algunos aficionados e incluso novatos en la cocina creen que si algo no les sale bien es culpa de otro, si hasta los profesionales se encuentran con problemas cuando hacen, por ejemplo, un bizcocho. En fin, la cuestión es que hemos leído una publicación en el blog de Europan, dirigido a profesionales, y nos parece que puede resultar útil para todos, pues trata sobre 10 problemas comunes al hornear un bizcocho y cómo evitarlos.
Seguro que todos os habéis encontrado en alguna ocasión que habéis seguido una receta de un bizcocho y os ha salido seco o falto de cocción, o se os ha hundido al sacarlo del horno, o se ha agrietado durante la cocción… Pues bien, vamos a ver cuáles son las explicaciones de estos posibles problemas al hacer un bizcocho o una tarta, así como las soluciones que proporcionan, será cuestión de ponerlas en práctica.
Aprovechamos para pediros que compartáis también vuestros consejos para obtener los mejores resultados al hacer pastelería o repostería, tanto profesional como casera, para tener aquí un buen recurso de consulta y una guía para todos los que quieran empezar a elaborar, no sólo bizcochos y pasteles, también magdalenas, cocas, hojaldres…
1. Sale muy seco
Esto suele deberse a los ingredientes o el horno. Verifica que estés utilizando la suficiente cantidad de ingredientes húmedos, como los huevos. Asimismo, no uses los ingredientes secos en exceso, ya que pueden absorber la humedad. Por otro lado, no olvides utilizar un reloj con alarma para que no dejes tus pasteles mucho tiempo en el horno.
Algo que puede ayudarte es tener un horno con reloj integrado, pues estos –en ocasiones– cuentan con una alarma sonora para que el horno se detenga justo cuando ha pasado el tiempo de horneado que le asignaste previamente.
2. Le falta cocción
Si tu pastel está crudo en el centro, a pesar de que lo horneaste el tiempo que indicaba la receta, puede que tu horno estuviera muy frío. Un horno para panadería que cuente con termómetro integrado es un gran apoyo para evitar este problema.
3. Mezcla partida
Cuando la mantequilla y el azúcar han sido batidos por demasiado tiempo y parece que la mezcla se va a partir, es momento de dejar de batir y añadir los ingredientes secos.
4. Se hunde
Si tu pastel está crudo en el centro, cocínalo durante unos minutos más. Si no se esponja, puede que haya un problema con uno de los agentes que lo elevan. ¡No entres en pánico! La cobertura ayudará a disimular un poco esta situación.
5. Se pega en el molde
Si tu pastel se queda pegado en el molde, deja que se enfríe por media hora, aproximadamente. Esto evitará que se parta cuando lo intentes sacar. Luego, pasa un cuchillo en la orilla para aflojarlo un poco y da la vuelta colocando una rejilla para atrapar el bizcocho. Puedes utilizar papel papiro para evitar que esto suceda en otras ocasiones
6. Se desborda la mezcla
Es recomendable que no llenes más de dos terceras partes tus moldes; esto para dejar espacio a que el bizcocho suba. Si tu mezcla se está desbordando, puede que haya mucha mezcla o que el molde sea muy pequeño para la receta. Experimenta con varios tamaños y asegúrate de cumplir con la regla de 2/3 antes de meter a hornear.
7. Se quema
Si tu pastel se ha quemado más allá de cualquier salvación, no debes seguir trabajando en él, ya que sabrá muy mal. Si puedes salvarlo, utiliza un cuchillo serrado para eliminar cualquier parte quemada. Usa tu cobertura para disimular esas partes.
8. Se agrieta de arriba
Cuando un pastel se agrieta en la parte superior, significa que se ha elevado muy rápido. Esto puede haberse dado porque la temperatura del horno es muy elevada o bien, porque había mucha levadura u otro agente. Una vez más, un horno con termómetro es la medida de prevención idónea para hornear pasteles y cheesecakes (tartas de queso) perfectos.
9. Salen bordes crujientes o grasientos
Esto usualmente pasa cuando se ha untado demasiada mantequilla en los alrededores del pastel para evitar que se pegue al molde. Esto tiene un efecto de freír el bizcocho cuando la mantequilla se derrite y puede causar que resulte con textura crujiente o grasienta en los bordes.
10. Resulta muy pesado
Si tu pastel está muy denso o muy pesado, pero sí se cocinó por dentro, significa que no lo batiste lo suficiente. Batir es muy importante, ya que incorporas aire al bizcocho y así se vuelve más ligero y esponjoso. Otro motivo podría ser que no utilizaste suficientes agentes para levantar el bizcocho.