Hace unos días en muchos medios de comunicación online aparecía la noticia de la creación de una máquina capaz de convertir el agua en vino, su nombre, Miracle Machine. La ‘noticia’ corrió como la pólvora, tanto en los medios de habla inglesa como en los españoles, una lástima, porque dieron credibilidad a una simple estrategia de marketing. Ahora se tendrán que desdecir.
Los responsables de la farsa de la máquina que convierte el agua en vino argumentan que todo fue por una buena causa, ellos son los responsables de una ONG llamada ‘Wine to Water’ (Vino a Agua), que tiene el objetivo de facilitar el acceso al agua potable en 17 países, y contaron con la colaboración de dos productores de vino del Valle de Napa, Philip James y Kevin Boyer, los supuestos creadores de la milagrosa máquina que convierte el agua en vino.
Según declaraciones posteriores de estos gurús del vino, si por prestar su reputación pudieran salvar una vida por conseguir el acceso al agua potable, lo volverían a hacer, y seguramente muchos de los que estáis leyendo esto, estáis de acuerdo.
Sobre estas líneas podéis ver el vídeo que hace tres semanas vio la luz para hacer creer al mundo que se había creado una máquina capaz de convertir el agua en vino, como ya os hemos comentado, siendo además un dispositivo para ser utilizado a nivel doméstico y con un proceso corto, de tan solo tres días, y con un coste de un par de dólares, algo irrisorio para algo que costaría unos 20 dólares. Menudo negocio para las bodegas, era difícil de creer su creación y lanzamiento, la verdad.
Adornaron el anuncio hablando sobre una máquina de sobremesa que además estaba fabricada con materiales sostenibles y ofreciendo una línea minimalista, acorde a los gustos actuales. La Miracle Machine se manipularía a través de una aplicación móvil que permitiría elegir un tipo de vino de una lista configurada según variedades de uva, levaduras… aseguraban que introduciendo un concentrado, las levaduras y 600 ml. de agua, la máquina se pondría en marcha a través de la mencionada aplicación para hacer el vino. Poco antes de finalizar el proceso, se podrían añadir matices de envejecimiento del vino vertiendo unos polvos.
Hace menos de una semana publicaron este vídeo en el que el fundador de Wine To Water, Doc Hendley, y los expertos en vino Philip James y Kevin Boyer, explican qué la Miracle Machine no es real, que ‘el verdadero milagro no es convertir el agua en vino, pero se puede hacer un verdadero milagro con el vino, y convertirlo en agua’.
La organización solidaria ha conseguido captar la atención con este ‘engaño’, cuya finalidad ha sido concienciar a la sociedad sobre un problema que todos conocemos que existe, pero que a su vez obviamos, y de conseguir fondos para proveer de agua potable a las personas más necesitadas del mundo. Hay cerca de 800 millones de personas que a día de hoy no tienen acceso al agua potable, y cada minuto que pasa puede suponer la muerte de tres niños a causa del agua contaminada.
Los responsables de la campaña de la máquina milagrosa se disculpan, sienten haber decepcionado por la falsa máquina que convierte el agua en vino, pero ha sido por una buena causa y están abiertos a que todos los interesados realicen su aportación. Podéis conocer más detalles a través de su web.