Una interesante investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ha realizado una evaluación de la sobrepesca marina estableciendo qué límites deben ser dispuestos para lograr alcanzar un equilibrio ecológico en el que lo consumido pueda ser repuesto sin problemas en los ecosistemas marinos. Las conclusiones del estudio muestran que el consumo anual per cápita debería situarse alrededor de unos 7 kilos de pescado por año para que la pesca fuera sostenible, sin embargo, actualmente el consumo se podría situar casi en los 15 kilos.
Según el análisis de la sobrepesca marina realizado, hace 50 años el consumo per cápita se podía establecer en 20 kilos y era una cantidad sostenible, pero el aumento de la pesca y el crecimiento de la población mundial ha ido reduciendo la media, siendo la más adecuada la de 7 kilos por año. La verdad es que resulta una cantidad insuficiente y más sabiendo que los especialistas recomiendan el consumo de pescado semanalmente, la solución obviamente pasaría por abastecerse de la acuicultura.
A todo esto sería necesario añadir que los peces son muy vulnerables al cambio climático y las poblaciones marinas están sufriendo sus efectos.
Recordemos que hace unos meses se realizó un simposio científico que aglutinó a expertos en el cambio climático y responsables de las políticas pesqueras en todo el mundo, se pretendía mostrar cuáles serían las consecuencias del cambio climático en la pesca mundial y cómo podrían afectar los cambios producidos a millones de personas que dependen de la pesca de forma directa o indirecta. Las poblaciones marinas no sólo se enfrentan a la sobreexplotación, el cambio climático también incide notablemente en ellas, por tanto, reducir el consumo buscando la sostenibilidad, debería ir acompañado de las soluciones para reducir la incidencia del cambio climático.
Con respecto a la sobreexplotación pesquera, hay que añadir que no se encuentra exclusivamente sujeta al consumo humano, recordemos el pescado forraje, capturas marinas destinadas a elaborar piensos para animales o aceites. En teoría estas especies no tendrían valor comercial, pero la escasa regulación ha puesto de manifiesto que se emplean ejemplares de gran valor, como pueden ser anchoas o sardinas, para la elaboración de los mencionados productos.
Los expertos del CSIC no han tenido en cuenta los datos sobre las capturas del pescado forraje, el cambio climático o la pesca furtiva que se realiza con numerosas especies, como por ejemplo con el atún, han utilizado solamente los datos oficiales y en base a ellos han establecido que el consumo per cápita es de 15 kilos, posiblemente sea mucho más.
En el mencionado estudio en el que también han participado investigadores italianos, se pone de manifiesto que la humanidad ha sobreexplotado los recursos marinos desde la década de los 60 del siglo pasado, aunque también se muestra que en algunas zonas ha mejorado levemente la sostenibilidad, posiblemente algo habrán tenido que ver los ecologistas en ello. De todos modos, el cómputo general es bastante negativo y afecta a muchas zonas del océano global.
En el estudio se ha evaluado la sostenibilidad de la pesca desde el año 1950 hasta el año 2004 y ha abarcado 83 áreas marinas significativas en la pesca que representan el 75% del total de capturas de pescado a nivel mundial. Los investigadores han utilizado una metodología basada en un nuevo indicador del impacto de la pesca denominado ‘Indicador de pérdida de producción’.
Se trata de un indicador que logra cuantificar las perturbaciones en cada zona causadas por la pesca, como por ejemplo una reducción en la producción de los niveles altos de la cadena trófica (corriente de nutrientes y energía que se establece entre las diferentes especies que conviven en un ecosistema en relación con su nutrición). Con este sistema los investigadores han logrado determinar la pérdida de productividad o su sostenibilidad en cada zona. El ecosistema marino es un engranaje, cada especie juega un papel importante que forma parte de un equilibrio seriamente alterado por la sobrepesca.
Los investigadores concluyen que es necesario restringir las capturas y además intentar erradicar la pesca furtiva, nosotros añadiríamos la necesidad de introducirse de lleno en la acuicultura como solución para compensar la carencia de sostenibilidad. Puedes consultar más detalles sobre este estudio en la revista científica Plos One.
Por cierto, es interesante tener en cuenta el post ¿Cómo se pueden preservar las especies marinas con las que se abastece la humanidad?, en él conocíamos las soluciones planteadas por algunos expertos con el fin de preservar y garantizar la supervivencia de determinadas especies marinas y por tanto, el abastecimiento de los seres humanos con ellas.